MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
El mega puerto chino que fue inaugurado esta semana en Perú es una de las múltiples inversiones por US$286.100 millones
La reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, Apec, que se realizó a lo largo de la semana, volvió a poner sobre la mesa la fuerte presencia que China ha estado adquiriendo en América Latina por medio de inversiones millonarias.
La inauguración, en cabeza del propio Xi Jinping, de la terminal marítima Puerto Chancay fue solo una muestra del fuerte capital chino que está construyendo mega obras en la región y que de acuerdo con el laboratorio de investigación AidData, ya llegan a US$286.100 millones.
Los proyectos de infraestructura crítica financiados por China están presentes prácticamente en todos los países del continente y son en sectores tan relevantes como el transporte, por lo que se incluye la construcción del Aeropuerto Internacional Eloy Alfaro de Manta en Ecuador, el propio Metro de Bogotá, la línea de tren que conectará a Ciudad de Panamá con David, Panamá. Más al norte también está la segunda fase de la Planta Solar Puerto Peñasco y las líneas de metro y tren en Monterrey.
El presidente de la Asociación de la Amistad Colombo China, Guillermo Puyana, señaló que otro sector en el que China ha concentrado sus esfuerzos es el minero energético,ejemplos de ello es la mina de cobre Las Bambas en Perú, minas de litio en Chile, proyectos hidróeléctricos en Brasil o la planta solar Cauchari en Argentina.
En general, el interés que China ha mostrado es en proyectos relacionados a los recursos naturales, la agricultura, la tecnología y las telecomunicaciones incluidas las de tipo satelital con inversiones como la estación de rastreo satelital para su programa espacial en Las Lajas, Argentina.
En paralelo al capital inyectado en grandes proyectos, por medio de exportaciones e importaciones, el país se ha consolidado como el principal socio comercial de Suramérica a excepción de unos pocos países como es el caso de Colombia y Ecuador que todavía tienen a Estados Unidos como su primer aliado en el comercio internacional.
A pesar de que una encuesta del Pew Research Center publicada en julio que mostró que Estados Unidos tiene un índice de favorabilidad más alto que China en las economías de Argentina, Brasil, Chile, México y Perú,China cada vez parece un mercado con mayor relevancia en la región en comparación a Estados Unidos.
Esto se entiende al ver que el Gobierno Chino ya ha firmado acuerdos de cooperación para el ingreso a la Franja de la Ruta y de la Seda con más de 150 países, y en Latinoamérica varios países ya hacen parte, entre ellos Uruguay, Venezuela, Ecuador, Costa Rica y Panamá.
Colombia, Brasil, Paraguay y Guyana francesa son los únicos suramericanos que no se han adherido, aunque se prevé que Colombia se una en febrero de 2025, cuando se cumplen 45 años de relaciones bilaterales entre los países, y el asiático logre más relevancia en un país que aún mantiene a EE.UU. como un estado de mayor relevancia.
“Dado el casi seguro ingreso de Colombia a la Franja de la Ruta y de la seda, tanto los gobiernos, empresas e inversionistas chinos y colombianos, deben estar preparados para emprender proyectos juntos que generen beneficios para todos los actores implicados”, dijo José Francisco Mafla, Socio de Aduanas y Comercio Internacional de Brigard Urrutia.
El experto considera que el Gobierno colombiano aparentemente considera que los posibles beneficios que se lograrían concediendo una mayor entrada a China al paíspesarían más que los posibles riesgos en materia de seguridad, gobernanza, deuda e influencia política que se pueden presentar.
Entre lo beneficioso señala, “facilitar la conexión en un país cuyas regiones escasamente están conectadas entre sí, conllevaría al fomento del comercio, incrementaría el turismo e inclusive podría aumentar la infraestructura de telecomunicaciones”.
Con la guerra comercial que el presidente electo de EE.UU. Donald Trump le ha declarado a China, se prevé nuevas acciones desde la Casa Blanca para interferir en la expansión de la influencia global y en específico en el Pacífico por parte de China, pero antes de ello, Estados Unidos ya ha implementado formas para contrarrestar las incursión china.
Entre estas está la financiación de la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos con más de US$30 millones para financiación.
Aunque hubo una caída de 18% en las operaciones, el valor creció 9%; Colombia es el cuarto con mayor número de negocios
Washington ha prohibido a la empresa vender sus semiconductores más avanzados a empresas chinas, algo que criticó Pekín
Europa ha recibido llamados para reducir la carga regulatoria sobre las empresas, en medio de la preocupación de que la burocracia perjudique la eocnomía