Estados Unidos reanudará de inmediato las negociaciones comerciales con Canadá

Estados Unidos reanudará las negociaciones comerciales con Canadá inmediatamente, dijo el lunes el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, después de que Ottawa suprimió su impuesto a los servicios digitales dirigido a las empresas tecnológicas estadounidenses.

"Absolutamente", dijo Hassett en Fox News cuando se le preguntó sobre el reinicio de las conversaciones.

El presidente Donald Trump pidió a los canadienses que retiraran el impuesto en la reunión del G7 en Canadá, dijo. "Es algo que han estudiado, ahora están de acuerdo, y seguro que eso significa que podemos volver a las negociaciones", agregó Hassett.

Reanudan diálogos

Canadá retiró su impuesto a los servicios digitales aplicados a empresas de tecnología como Meta Platforms y Alphabet en un intento de reiniciar las conversaciones comerciales con Estados Unidos.

“La derogación del DST permitirá que las negociaciones logren un progreso vital y reforzará nuestro trabajo para crear empleos y generar prosperidad para todos los canadienses”, dijo el ministro de Finanzas, Francois-Philippe Champagne, en una publicación en redes sociales el domingo por la noche, hora local.

El viernes por la tarde, el presidente estadounidense Donald Trump anunció que pondría fin a todas las negociaciones comerciales con Canadá, uno de sus principales socios comerciales, en represalia por el impuesto digital. También amenazó con imponer un nuevo arancel en el plazo de una semana.

En cambio, Trump y el primer ministro canadiense, Mark Carney, acordaron que los países reanudarán las negociaciones e intentarán alcanzar un acuerdo antes del 21 de julio, según un comunicado. El dólar canadiense se fortaleció, cotizando a US$1,3645 canadienses por dólar estadounidense a las 10:46 a. m., hora de Nueva York.

Para Canadá, el riesgo económico de las negociaciones es enorme. Aproximadamente tres cuartas partes de sus exportaciones se destinan a Estados Unidos, incluyendo la gran mayoría de su petróleo y muchas otras materias primas, así como la mayoría de los automóviles y camiones que produce.

Pero Estados Unidos también tiene algo en juego: Canadá es el mayor comprador de productos estadounidenses. El año pasado, Estados Unidos exportó alrededor de US$440.000 millones en bienes y servicios a su vecino del norte e importó US$477.000 millones de este país, según datos del gobierno estadounidense.

“Este impuesto habría recaído sobre los consumidores, empresas e inversores canadienses, lo que habría supuesto un aumento de costos y habría perjudicado nuestra economía en un momento crítico”, declaró David Pierce, vicepresidente de relaciones gubernamentales de la Cámara de Comercio Canadiense, en un comunicado enviado por correo electrónico. “Y eliminarlo nos acerca un paso más a un acuerdo comercial renovado y fiable con el gobierno estadounidense”.

El primer pago del impuesto digital de Canadá debía vencer el lunes. Este impuesto, aprobado el año pasado por el gobierno del ex primer ministro Justin Trudeau, debía gravar 3% de los ingresos por servicios digitales que una empresa obtiene de usuarios canadienses superiores a US$20 millones canadienses (US$14,6 millones) en un año natural.

El impuesto se diseñó para aplicarse a los ingresos generados por la publicidad en línea y también habría afectado a empresas como Uber Technologies. Con el tiempo, habría costado miles de millones de dólares a las empresas tecnológicas extranjeras. Varios países, incluido el Reino Unido, también han aprobado o propuesto este tipo de impuestos digitales.

Canadá no cobrará los pagos que debían realizarse el lunes y elaborará una legislación para derogar por completo el impuesto digital, dijo el Departamento de Finanzas.

Tras la publicación de Trump, grupos empresariales y políticos canadienses reiteraron su llamado al gobierno de Carney para que elimine el impuesto. Los opositores habían argumentado durante mucho tiempo que el impuesto aumentaría el costo de los servicios digitales e incitaría represalias por parte de Estados Unidos. Sin embargo, algunos vieron el impuesto digital como una moneda de cambio útil para el gobierno de Carney en sus negociaciones con Estados Unidos.