Epidemia de roya ataca las economías de Centroamérica

El hongo de roya es un asesino silencioso y sus víctimas no son solo los arbustos de café. Este parásito, que aparece en las hojas de los cafetales, está abatiendo toda la región y particularmente los países productores del grano en Centroamérica, lo cual genera una grave situación en cuanto a exportaciones, producción y empleo, ya que esta produce una quinta parte del total del grano en el mundo.

El hongo apareció en Suramérica en los años ochenta. La epidemia se contagia por medio de esporas que viajan con el viento, se aferran a las hojas de los cafetales y entre seis y doce horas empiezan a alimentarse de esta, inhibiendo su capacidad de fotosíntesis, y eventualmente, matan a la planta y hacen que los frutos caigan antes de haber madurado, según explicó Ricardo Peña, director del programa de ingeniería agronómica de la Universidad de la Salle.

Este año los más afectados son  Perú y los países de Centroamérica. Según la Asociación Nacional del Café (Anacafé), la entidad guatemalteca encargada de publicar las cifras de los países exportadores de la región, este año a causa de la enfermedad, la producción podría bajar entre 20% y 30%, respecto al año pasado, y si la situación continúa de esta manera, se podría perder hasta 50% del producido durante 2014.

La situación se empeora si se considera que los cafetales que mueren por este parásito toman entre año y medio y dos años para recuperarse y volver a dar fruto, explicó Carlos Armando Uribe, gerente técnico de la Federación Nacional de Cafeteros. “La situación es tan grave que países como Costa Rica, Guatemala y Nicaragua declararon estado de emergencia”.

Aunque las plantas son las víctimas físicas de esta epidemia, los más afectados son los mismos caficultores ya que se podrían perder alrededor de un millón de empleos en la región a causa de la epidemia, pues por ejemplo, en Guatemala, 70% de los cafetales están infectados.

Las exportaciones de la región aunque en su totalidad no se vieron afectadas, en ciertos países los números pintan un escena critica. La exportaciones en Guatemala bajaron 3,48%, en El Salvador 8,62% y Costa Rica perdió 8,31% de las ventas.

El cambio climático en toda el continente, desde México hasta Brasil, ha creado situaciones óptimas para el florecimiento del hongo, que se beneficia de una mayor humedad y de una temperatura más alta. “El aumento en la humedad relativa favorece la presencia de la enfermedad y en Centroamérica la enfermedad está precisamente relacionada con el periodo de lluvias”, explicó Peña.

Además, estas zonas fueron particularmente afectadas ya que mantienen un sistema que es todavía muy artesanal y que es conformado esencialmente por pequeños caficultores. “Tiene que ver con el bajo desarrollo tecnológico, es difícil para los pequeños caficultores desarrollar y usar la tecnología necesaria para evitar estas epidemias”. 

La única manera de combatir la plaga, la cual ha mostrado una mayor resistencia esta temporada, es por medio de fertilizaciones a base de cobre. Sin embargo la mejor solución es la renovación de los cultivos para usar cafetales que sean resistentes a la enfermedad, pero no es una tarea fácil.

Uribe explicó que para que se cree una nueva variedad de cafetal puede tomar entre 10 y 15 años, como fue el caso de la variedad Castillo en Colombia la cual ayudó a combatir una epidemia de roya que afectó a casi 60% de los cultivos. Además, esta nuevas plantas están específicamente diseñadas para el clima de cada región. 

Actualmente, la Organización Internacional del Café está buscando la manera de mitigar los efectos de esta epidemia.

Caldas batalla contra la roya en sus cafetales

El Servicio de Extensión de la Federación Nacional de Cafeteros realiza cuatro sondeos por año para el monitoreo de la Broca y la Roya. El último sondeo reveló que en Caldas el 74,2% estaban cultivados con variedades resistentes y el restante 25,8% con variedades susceptibles.

Según el sondeo, en Caldas el 79% de los lotes presentaba niveles de infección inferiores al 15%. En el 8% de los lotes evaluados, la infección superaba el 60%. Los lotes sembrados con variedades susceptibles, de mayor edad tienen niveles altos de la enfermedad. Sin embargo, lotes sembrados con variedades susceptibles, jóvenes y tienen niveles de infección menores.

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