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Las presiones bajistas se multiplican sobre las empresas energéticas. Inversores y analistas reajustan sus perspectivas al nuevo escenario que genera el descalabro en el precio del petróleo, hundido hoy hasta el entorno de los US$70, un 40% por debajo de los niveles que registraba el pasado mes de junio.
Las bolsas europeas sufren hoy el lastre de las empresas vinculadas con el petróleo. El índice sectorial europeo Stoxx 600 Oil & Gas llega a sufrir su mayor caída en dos años, desde 2011, con un revés que ha superado el 4%.
Este varapalo se ha traducido en unas pérdidas en Bolsa que, en términos de capitalización bursátil, ha llegado a superar los US$32.000 millones.
Los descensos cobran fuerza en compañías de exploración y servicios auxiliares del petróleo, como Saipem y Seadrill. Las caídas llegan a superar el 5%. Las desinversiones restan más de un 3% en Bolsa a grandes petroleras europeas como la francesa Total, la italiana Eni y la británica BP.
Pero el mayor varapalo se lo lleva la noruega Statoil. Las caídas alcanzan incluso los dobles dígitos. A la presión procedente de la caída del precio del crudo se suman las rebajas de valoración emitidas por los analistas de Nomura y Deutsche Bank.
Nomura, 'bajista' sobre el sector y 'neutral' en Repsol
Las rebajas de valoración de Nomura son extensibles al conjunto del sector petrolero. La firma de inversión japonesa recorta sus perspectivas desde 'neutral' hasta 'bajista'.
El deterioro en las expectativas bursátil del sector petrolero provoca también el recorte del precio objetivo de la española Repsol. Los analistas de Nomura reducen su valoración desde los US$24,9 por acción anteriores hasta los US$24,35.
La nueva valoración reduce de la firma japonesa reduce a un 7% el potencial alcista de Repsol respecto al precio de cierre de ayer, de ahí su recomendación 'neutral' sobre la petrolera española.
Corea, Japón, México, República Checa e Israel presentaron las tasas más bajas, iguales o inferiores a 3,0%. Mientras que España, Finlandia y Suiza, los de las tasas más elevadas
La Agencia Internacional de Energía proyecta que a 2035 la demanda global crecerá hasta 14%, dependiendo de si los países mantienen las políticas o cumplen sus promesas verdes
La economía no creció durante el primer semestre y se teme que la recuperación prevista para el segundo semestre haya tardado en arrancar
