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Hechos similares se presentaron en Medellín y Cali, y la representación diplomática advierte sobre la posibilidad de nuevas movilizaciones el próximo 7 de octubre
Una nota diplomática enviada por la Embajada de Estados Unidos al Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia advierte sobre el aumento de protestas violentas en Bogotá y otras ciudades del país, en las que se ha tomado como blanco la sede diplomática estadounidense. En el documento, identificado como Nota Diplomática 2068, el gobierno norteamericano solicita apoyo adicional de seguridad para proteger tanto sus instalaciones como las de empresas internacionales y nacionales.
Según el texto, el 28 de septiembre un grupo de cerca de 100 manifestantes pro-palestinos dañó las barreras de seguridad frente a la embajada y lanzó una bengala de humo al interior de la propiedad. Gracias a la rápida intervención de la Policía Nacional, no se registraron heridos. La comunicación recalca que, aunque la libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido por ambos países, esta no puede ser utilizada como justificación para destruir o dañar propiedad privada o pública.
La embajada también documenta otros incidentes recientes. El 1 de octubre se registraron protestas en el centro de Bogotá donde varios establecimientos, incluidos negocios estadounidenses, fueron afectados por actos de vandalismo. Al día siguiente, manifestantes dañaron un camión de distribución perteneciente a una empresa norteamericana. Hechos similares se presentaron en Medellín y Cali, y la representación diplomática advierte sobre la posibilidad de nuevas movilizaciones el próximo 7 de octubre, fecha en la que se cumple el segundo aniversario de los ataques terroristas de Hamás, lo que podría intensificar las manifestaciones.
En su solicitud, la embajada insta al gobierno colombiano a fortalecer los dispositivos de seguridad para evitar que las protestas deriven en hechos violentos que comprometan la integridad de las personas y los bienes. Advierte además que, si las agresiones continúan, podrían afectar la inversión extranjera directa y poner en riesgo el empleo de miles de colombianos. Se prevé que el documento sea analizado por la Casa de Nariño y que en las próximas horas el Gobierno emita una respuesta oficial.
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