El presidente Donald Trump afirmó que el Golden Dome estará operativo en tres años

El presidente Donald Trump prometió que un escudo de defensa contra misiles “Cúpula Dorada” estaría “plenamente operativo” al final de su mandato y ofrecería a Estados Unidos protección contra una variedad de amenazas, aunque parte de la tecnología aún no ha sido probada.

"Realmente completaremos la tarea que el presidente Reagan inició hace 40 años", declaró Trump el martes en el Despacho Oval, refiriéndose a la fallida búsqueda de Ronald Reagan de un sistema de defensa antimisiles espacial, conocido popularmente como "La Guerra de las Galaxias". Calificó la tecnología como "lo más cercano a la perfección posible".

La promesa de Trump es un objetivo ambicioso, dado que gran parte de la tecnología del sistema planificado aún no se ha probado, especialmente los planes para interceptores espaciales que desactiven misiles balísticos entrantes. El Congreso busca US$25.000 millones para iniciar las obras del sistema, y ​​Trump afirmó que podría costar US$175.000 millones en total.

Esto contradice una estimación de la Oficina de Presupuesto del Congreso, que proyecta que Estados Unidos podría tener que invertir hasta US$542.000 millones en 20 años para desarrollar y lanzar esos interceptores. Incluso esa estimación podría ser baja en comparación con otras proyecciones que indican que podría requerir inversiones de casi US$1 billón.

Para tener una perspectiva, desde 2002, la Agencia de Defensa de Misiles del Pentágono ha gastado más de US$194.000 millones para desarrollar un sistema de defensa de misiles en capas que comprende interceptores individuales, sensores y elementos de comunicación en Alaska y California que funcionan de manera integrada para defenderse de posibles ataques con misiles, principalmente de Corea del Norte.

Algunos expertos han cuestionado la viabilidad de un sistema de interceptores capaz de destruir incluso un pequeño número de misiles balísticos intercontinentales en las próximas dos décadas. Defenderse de un bombardeo de adversarios como Rusia o China se considera aún más difícil.

En nuestra opinión, a pesar de algunos comentarios de alto perfil en contra, las capacidades de los sistemas actuales de EE.UU. son bajas y probablemente seguirán siendo bajas durante los próximos 15 años, según un informe de febrero de la Sociedad Americana de Física. El informe concluyó que muchos problemas en el desarrollo de dicho sistema probablemente seguirán sin resolverse durante, y probablemente más allá, del horizonte temporal de 15 años.

Trump ha seleccionado lo que denominó una "arquitectura" para el sistema, sin especificar cuál, y ha designado al general de la Fuerza Espacial Michael Guetlein para supervisar su desarrollo. Aseguró que brindaría protección contra misiles hipersónicos, balísticos y de crucero.

Los detalles de la propuesta no están claros, pero el Pentágono elaboró ​​previamente planes preliminares para el sistema de defensa aérea y antimisiles en respuesta a la orden ejecutiva de Trump del 27 de enero que exigía su creación. La idea ha suscitado un gran interés entre las empresas de defensa, dados los miles de millones de dólares que se deben invertir para desarrollarla.

Algunos expertos han dicho que un sistema Golden Dome podría provocar una nueva carrera armamentista con países como Rusia o China, que podrían cambiar su enfoque hacia el desarrollo de sistemas que puedan evitar los interceptores estadounidenses.

“En última instancia, Golden Dome podría no alcanzar nunca las grandiosas ambiciones de Trump”, escribió James DJ Brown, profesor de ciencias políticas de la Universidad Temple de Japón, en un artículo reciente . “Sin embargo, incluso si no lo logra, tendrá graves consecuencias para la estabilidad estratégica, y en particular para Rusia”.