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El líder de extrema derecha del partido Chega, André Ventura,
Los resultados finales publicados el miércoles por la noche confirmaron que Chega superó a los socialistas en el segundo puesto
Durante la reciente campaña electoral de Portugal, el líder de extrema derecha del partido Chega, André Ventura, argumentó que los dos partidos centristas que han gobernado la nación durante medio siglo no han logrado aumentar el nivel de vida, controlar la inmigración y poner fin a la corrupción sistémica.
Ventura no ganó las elecciones del 18 de mayo, pero tampoco puede ser ignorado. Su partido ascendió al segundo puesto, rompiendo con el dominio de décadas de los dos grupos que han gobernado Portugal desde el fin de la dictadura.
Los resultados finales publicados el miércoles por la noche confirmaron que Chega superó a los socialistas en el segundo puesto, consiguiendo 60 escaños en el parlamento de 230 miembros de Portugal.
El ascenso de Chega refleja el de otras fuerzas de extrema derecha en toda Europa, como Alternativa para Alemania, que también quedó en segundo lugar en las elecciones a principios de este año, o grupos en los Países Bajos y Austria que han ganado la mayor proporción de votos en los últimos años.
Los resultados marcan un ascenso notable para un partido fundado hace apenas seis años. Pero Ventura no está satisfecho.
"Ya casi lo logramos", dijo tras las elecciones de la semana pasada. "No pararé hasta ser primer ministro de Portugal".
“Chega es ahora una fuerza política demasiado grande como para ignorarla”, dijo Miguel Morgado, analista político y exdiputado del partido gobernante PSD. “La gente simplemente está cansada de los mismos dos partidos”.
Ese es un sentimiento que Chega intentó capitalizar con la repetición de elecciones anticipadas —tres en dos años— en medio de la creciente frustración pública con los sucesivos gobiernos que han tropezado con acusaciones de corrupción o conflictos de intereses. Una encuesta del Eurobarómetro de 2024 reveló que 96 % de los ciudadanos portugueses considera que la corrupción está generalizada.
La popularidad del grupo de extrema derecha también se vio impulsada por su firme postura antiinmigrante, que está teniendo mayor eco entre los votantes. La población extranjera de Portugal alcanzó un récord de 1,6 millones de residentes, lo que representa aproximadamente 15% de la población del país, casi triplicándose desde 2019, según la Agencia Portuguesa para la Integración, la Migración y el Asilo.
“La inmigración se ha convertido en un tema político tan importante en Portugal que ha dado una fuerte raíz social a Chega”, dijo Morgado, el analista político.
Chega también ha pedido impuestos sobre la renta más bajos y sentencias más severas para los delitos de corrupción.
Sin embargo, a pesar de todas sus promesas populistas, la mayor parte del atractivo de Chega proviene del propio Ventura.
El activista de 42 años apareció por primera vez en la escena política como candidato de centroderecha en las elecciones regionales de Loures, a las afueras de Lisboa. Durante esa campaña, atrajo la atención pública atacando a la comunidad romaní.
Ventura perdió esas elecciones, pero se hizo famoso con comentarios incendiarios sobre la política migratoria y la presunta corrupción gubernamental. Para 2019, ya contaba con suficientes seguidores y desacuerdos con el PSD como para formar Chega, que significa "Basta".
Nacido en Algueirão, a las afueras de Lisboa, Ventura inicialmente quería ser sacerdote, pero abandonó el seminario prematuramente. Estudió Derecho, luego trabajó para Hacienda y, más recientemente, fue comentarista de fútbol en televisión.
Su experiencia televisiva puede haber contribuido a su carismática actuación en el parlamento y durante la campaña. El tono de Ventura suele ser confrontativo, algo que, según él, busca canalizar la ira de los portugueses hacia el sistema.
Sus comentarios, calificados de xenófobos o abiertamente racistas por sus oponentes políticos, han atraído a nuevos votantes , y también a algunos detractores. A diferencia de otros políticos veteranos, Ventura siempre está rodeado de guardaespaldas cuando está en público.
La apelación de Ventura ha logrado proteger en gran medida a su partido, que ha tenido que lidiar con numerosas controversias. A principios de este año, un diputado de Chega fue expulsado del grupo tras ser acusado de robar maletas en varios aeropuertos, mientras que otro miembro fue sorprendido conduciendo bajo los efectos del alcohol y posteriormente se disculpó en televisión.
Los incidentes no parecieron frenar el ascenso de Ventura y Chega, y el partido superó las expectativas con su último desempeño electoral. En cambio, Ventura redobló su retórica antiinmigratoria y pro-orden.
Ventura, que ha vinculado constantemente la inmigración con el crimen, elogió en diciembre una redada policial en un barrio de inmigrantes en Lisboa en la que decenas de personas fueron obligadas a permanecer de pie contra la pared mientras eran registradas.
Aunque el operativo policial desencadenó manifestaciones en la capital contra el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades contra los inmigrantes, Ventura defendió la redada.
"Quien esté ilegal tiene que irse", declaró Ventura a la prensa en el barrio de Martim Moniz de Lisboa, donde tuvo lugar la redada. "Pongo a los portugueses en primer lugar".
La presidenta mexicana advirtió sobre el resurgimiento de conflictos, la normalización de la violencia, la discriminación y el sufrimiento
Por otra parte, el nivel general del Índice de precios internos básicos al por mayor, Ipib, mostró un descenso de 0,3% en el mismo período
La reunión entre ambos mandatarios está programada para la 1 p.m., hora de Washington, del miércoles en la Sala del Gabinete de la Casa Blanca
