El Partido Socialista de Francia amenazó con derrocar al gobierno en el debate fiscal

El Partido Socialista de Francia dijo que está preparado para derrocar al frágil gobierno minoritario tan pronto como la próxima semana si no hay un aumento significativo de los impuestos en el presupuesto del próximo año.

El partido de centroizquierda exige entre US$17.400 millones y US$20.000 millones adicionales en impuestos para el presupuesto de 2026, que se debatirá en la Asamblea Nacional este viernes. Sin el apoyo de los socialistas, que tienen influencia en la cámara baja, el gobierno del primer ministro Sébastien Lecornu probablemente caería en mociones de censura.

"Si en las próximas horas, básicamente hasta el próximo lunes, no hay un cambio claro en el texto, no habría margen de maniobra ni en el proyecto de ley de presupuesto ni en el de seguridad social, por lo que en realidad todo estaría terminado", dijo el líder socialista Olivier Faure en la televisión BFM el viernes.

Las amenazas del líder del Partido Socialista se producen en un momento en que el grupo se debate entre obtener más apoyo de Lecornu en materia de planes fiscales y evitar nuevas elecciones. La destitución de otro primer ministro probablemente resultaría en unas elecciones legislativas anticipadas, en las que, según las encuestas, los socialistas obtendrían malos resultados .

El diferencial entre los rendimientos de los bonos franceses y alemanes a 10 años, una métrica de riesgo muy vigilada, se amplió a 81 puntos básicos el viernes, su nivel más alto en 10 días. Esta cifra sigue estando muy por debajo del máximo de 89 puntos básicos alcanzado a principios de mes, cuando Lecornu presentó su dimisión.

El gobierno de Lecornu sobrevivió por poco a una moción de censura la semana pasada, cuando los socialistas se abstuvieron después de que el primer ministro se comprometiera a suspender la impopular reforma de las pensiones de 2023. Sin embargo, la izquierda exige más concesiones en el núcleo del presupuesto de 2026 propuesto por el gobierno, que pretende reducir el déficit a 4,7% del producto económico desde 5,4% de este año.

Los planes son precarios, ya que Lecornu no cuenta con mayoría en el parlamento y la extrema izquierda y la extrema derecha han prometido intentar derrocar a su gobierno bajo cualquier circunstancia. El primer ministro también ha declarado que no utilizará una disposición constitucional para eludir las votaciones sobre el proyecto de ley, lo que deja a los legisladores mayor margen para el debate y la negociación sobre impuestos y gasto.

Faure afirmó que los impuestos deben aumentar más que en el borrador inicial de Lecornu para evitar algunos de los recortes de gasto previstos que se debatirán posteriormente. Los socialistas presionan para restablecer los impuestos sobre el patrimonio y aplicar un gravamen a las grandes fortunas, conocido por el nombre de su artífice, Gabriel Zucman.

“Si no tenemos ingresos adicionales, no podremos corregir el resto del texto que viene después”, dijo Fauré. “No podemos pedir a las clases trabajadoras y medias que sigan esforzándose cuando los más ricos no lo hacen”.

La agitación política y la incertidumbre sobre cómo Francia controlará su déficit descontrolado ya han provocado rebajas en las calificaciones de S&P Global Ratings y Fitch Ratings en las últimas semanas. Moody's Ratings tiene previsto actualizar su evaluación a finales del viernes.

También hay señales de que la agitación está pesando cada vez más sobre la economía: datos publicados el viernes anticipadamente indican que el sector privado francés se contrajo inesperadamente en octubre.