Impacto negativo del cierre de Gobierno de EE.UU. se extiende a millones de personas

El cierre del gobierno estadounidense se vuelve dolorosamente real para decenas de millones de estadounidenses este fin de semana, al cumplirse un mes, con la ayuda alimentaria interrumpida, los recortes en el cuidado infantil en vigor y las primas de los seguros de salud disparándose.

Se prevé que el cierre del gobierno supere la semana que viene el récord de 35 días establecido durante el primer mandato del presidente Donald Trump, después de que el Senado se retirara el jueves para un fin de semana largo. La Cámara de Representantes no ha sesionado desde el 19 de septiembre.

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Dos jueces federales dictaminaron el viernes que la negativa del gobierno de Trump a distribuir fondos federales para la ayuda alimentaria de noviembre probablemente era ilegal. Sin embargo, aún no se sabe con certeza cuándo se emitirán esas órdenes, por lo que la asistencia de este mes parece seguir retrasándose para muchos de los 42 millones de estadounidenses de bajos ingresos cubiertos por el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, más conocido como Snap o cupones de alimentos.

Representantes de los estados gobernados por demócratas que presentaron demandas para impugnar la suspensión del programa Sanp indicaron previamente que, incluso si se revoca la suspensión de la ayuda federal, probablemente tomaría una semana o más para que los beneficiarios recibieran los beneficios. El gobierno de Trump también podría apelar las resoluciones judiciales.

Trump publicó en las redes sociales el viernes por la noche que le había pedido al abogado de la administración que “pidiera a la Corte que aclarara cómo podemos financiar legalmente el Snap lo antes posible”. Reconoció que, incluso con la orientación judicial, los fondos del Snap “desafortunadamente se retrasarán”.

Algunos estados demócratas, entre ellos Nueva York y Maryland, anunciaron previamente planes para utilizar fondos estatales para ayudar a los residentes cuyos beneficios federales del programa Snap se vean interrumpidos.

Al mismo tiempo, más de 20 millones de estadounidenses que obtienen su seguro médico a través de los mercados de la Ley de Cuidado de la Salud Asequible (ACA) se enfrentan a un aumento drástico en los precios, ya que el período de inscripción abierta para la cobertura del próximo año comenzó el sábado en todo el país. Las exigencias de los demócratas para evitar ese aumento de precios mediante la renovación de los subsidios de Obamacare que están por vencer son el eje central de la disputa por el cierre del gobierno.

Según un análisis de KFF, una fundación no partidista de investigación de políticas de salud, los costos del seguro se duplicarán en promedio debido al vencimiento de los créditos para las primas. Estos subsidios de Obamacare benefician desproporcionadamente a los residentes de distritos congresionales controlados por los republicanos, lo que podría presionar a los legisladores republicanos para que extiendan dichos créditos.

Más de 65.000 niños inscritos en 140 programas de guardería y aprendizaje temprano Head Start en 41 estados corren el riesgo de perder sus servicios debido a que los fondos operativos para esos centros se agotaron el sábado, según la Asociación Nacional Head Start.

“Sus familias podrían tener que renunciar a días de trabajo y sus empleadores también podrían verse afectados”, dijo Yasmina Vinci, directora ejecutiva del grupo, en un comunicado.

Las interrupciones en los vuelos aumentan debido a las bajas por enfermedad de los controladores aéreos que no reciben remuneración. El vicepresidente JD Vance advirtió el jueves, tras reunirse con ejecutivos de aerolíneas, que un cierre prolongado del gobierno probablemente paralizaría los viajes durante la temporada alta de vacaciones.

El tráfico aéreo se ralentizó en todo el país el viernes, incluyendo vuelos en el Aeropuerto Internacional Newark Liberty cerca de Nueva York, el Aeropuerto Internacional Logan de Boston y en Austin y Nashville debido a limitaciones de personal.

Ambos partidos confían en que el creciente sufrimiento de los estadounidenses obligará al otro a ceder ante sus demandas. Los republicanos quieren que los demócratas aprueben su proyecto de ley de financiación a corto plazo, que ya ha fracasado más de una docena de veces. Los demócratas quieren que cualquier proyecto de ley de gasto público incluya una prórroga de los créditos fiscales de la Ley de Asistencia Asequible.

Antes de que los senadores abandonaran la ciudad el jueves, varios dijeron que había habido conversaciones en curso entre pequeños grupos bipartidistas, aunque todavía no veían una salida clara al estancamiento.

“Creo que es más probable que podamos votar antes del Día de Acción de Gracias, pero aún queda mucho trabajo por hacer”, dijo el senador Thom Tillis, republicano de Carolina del Norte.

La administración Trump logró reasignar fondos para pagar a las fuerzas armadas procedentes de diversas fuentes, incluida la cuenta de investigación y desarrollo del Pentágono.

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Pero cientos de miles de otros trabajadores federales han sido suspendidos de empleo o trabajan sin paga desde el 1 de octubre. Los tribunales federales han frenado temporalmente un intento de la administración Trump de despedir permanentemente a un gran número de empleados gubernamentales durante el cierre del gobierno.

El cierre del gobierno le costó a la economía estadounidense al menos US$18.000 millones durante las primeras cuatro semanas, y se prevé que esa cifra “aumente” cuanto más se prolongue el estancamiento, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.

Mientras continúan las conversaciones entre los senadores de base, algunos afirman que aún esperan reuniones formales entre la cúpula del Congreso y Trump para que se inicien las negociaciones. En gran medida, Trump ha optado por no presionar al Congreso para que llegue a un acuerdo.

Trump regresó el jueves de un viaje de una semana por Asia, donde discutió temas comerciales y otros asuntos políticos con líderes extranjeros. Pero pasará el fin de semana en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.

“Una cosa es que no se involucre cuando está en el extranjero, y otra muy distinta que no lo haga cuando está aquí”, dijo el senador Tim Kaine, demócrata de Virginia.

Los sindicatos y las organizaciones empresariales intensificaron su participación la semana pasada. La Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales instó a los senadores demócratas a dejar de lado sus exigencias de extender los subsidios de salud y a apoyar un paquete de financiación a corto plazo.

Más de una docena de importantes grupos empresariales, entre ellos la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la Mesa Redonda Empresarial, también pidieron al Congreso que aprobara una financiación temporal.

“Cuanto más se prolongue el cierre, mayor y más duradero será el daño económico, y parte de él jamás podrá recuperarse”, afirmaron los grupos en un comunicado.