El pequeño país en el mar mediterráneo creó un revuelo entre los países de la Unión Europea (UE) al aceptar una ayuda económica de €10.000 millones, que viene atada a impuestos sobre los depósitos bancarios de todas las instituciones financieras.
Con esto se crea el precedente de meter la mano en el bolsillo de los ahorradores, algo que siembre se había respetado en los otros paquetes de rescate de los países europeos en problema.
Chipre había pedido ayuda en junio por su alta deuda pero debido a discusiones entre los líderes de la Unión Europea se había atrasado hasta el sábado en la mañana donde se acordó que el paquete sería entregado bajo estrictas condiciones.
El elemento más debatido de este paquete es un impuesto de 3% a todos los depósitos menores de €100.000 y un impuesto de 12,5% sobre todos los mayores a este monto. Con esta medida se espera que el país aporte €5.800 millones a su propia ayuda mientras que los otros países de la UE aportarían €10.000 millones. No obstante el presidente de Chipre, Nicos Anastasiades, anunció que la decisión sobre este impuesto se tomaría hoy con posibles cambios a los porcentajes que serían aplicados.
La medida no se había dado en los paquetes de ayuda de Grecia, Italia, España y Portugal y creó incertidumbre alrededor del continente porque los activos privados nunca se habían usado para financiar la deuda de los países.
“Es una situación bastante peligrosa porque están extremando los sistemas sociales y yo creo que va a terminar reventando”, aseguró el profesor de economía de la Universidad Javeriana, César Ferrari.
Esta medida se tomó específicamente en el caso de Chipre ya que su sistema financiero es casi siete veces más grande que su PIB, con €126.400 millones (US$164.000 millones) de activos en eneros, según el Banco Central Europeo y el centro de estadísticas de la UE. Su sistema financiero creció al intentar competir con otros países y optó por convertirse en un paraíso fiscal, como fue el caso de Luxemburgo e Islandia, aseguró el analista de Ultrabursátiles, Alejandro Reyes.
“La caracterización es que el sistema financiero de ese país no es de chipriotas, es de un montón de extranjeros que por la facilidad de tener el dinero en esa economía y por los beneficios que contiene, tienden a meter su plata en esos bancos”.
Aunque no se espera un contagio en cuanto a la salud financiera de Chipre, el impuesto crea un precedente y más incertidumbre alrededor de la eurozona, ya que no hay garantía que una misma medida no pueda ser usada en otros países que aún no han sido rescatados, explicó Munir Jalil economista jefe de Citibank. “Es la primera vez que las discusiones le puede traer pérdidas al sector privado con un impuesto tan directo. La pregunta es que si con este mensaje no se incrementará la salida de sistemas bancarios de Italia y España”.
Viendo sus depósitos bajo riesgo de ser gravados, los chipriotas se alinearon al frente de cajeros automáticos para retirar lo que podían de su dinero. Sin embargo, el temor de una corrida sobre los bancos obligó a Anastasiades a cerrarlos hasta el jueves.
La medida, que provocó un desplome del euro y de los mercados bursátiles, generó temores de que la pequeña economía chipriota pueda revivir la crisis financiera en la zona euro de 17 naciones, mientras que los chipriotas protestaban a las puertas del Parlamento.
La economía del pequeño país depende particularmente de su sector de servicios la cual aporta el 81% de su PIB y se basa en el turismo y el sector financiero, el mismo que hizo posible la consideración de un impuesto sobre los depósitos.
La medida extraordinaria tomada por los países europeos evidencia el conflicto de intereses dentro de la zona. Por un lado Alemania y Francia buscan garantías para los préstamos que han otorgado a los países en crisis y para justificar ante sus propios ciudadanos los paquetes de rescate. Por el otro lado, se encuentran los gobiernos de los países en crisis que intentan apaciguar a sus propios ciudadanos que bajo políticas de austeridad se ha creado un ambiente de incertidumbre política. Chipre de igual manera intenta mantener su reputación para inversionistas extranjeros.
En el caso de Chipre se le adiciona los intereses de aquellos que mantenían sus activos en la isla los cuales incluyen fondos rusos. “Hace un mes había dicho que Rusia debería participar en el rescate, porque utiliza mucho el sistema financiero con negocios con commodities, y Chipre era el lavadero de recursos de los rusos” explicó Juan Camilo Rojas, analista internacional de Correval.
Vladimir Putin, presidente de Rusia , criticó al impuesto bancario por considerarlo injusto y establecer un antecedente peligroso y lo describió como “poco profesional”.
Rusia cambiaría su préstamo de €2.500 millones
La falta de coordinación sobre el futuro de Chipre podría afectar la decisión de Moscú de reestructurar sus €2.500 millones (US$3.300 millones) en préstamos a la isla, dijo el ministro de Finanzas ruso.
La UE acordó la medida sin la participación de Rusia, que tiene fuertes lazos económicos con el país. Los fondos rusos representan la mayor parte de los miles de millones de euros que hay en los bancos chipriotas de depositantes extranjeros.
Como parte del un paquete de apoyo, los funcionarios de la UE esperan que Rusia extienda sus préstamos existentes en cinco años, así como las condiciones de refinanciación.
Las opiniones
César Ferrari
Profesor de Economía de La universidad Javeriana
“No creo que estén dando una buena señal con este tipo de medidas por que pueden crear unas corridas en los bancos especialmente en los países más débiles”.
Juan Camilo Rojas
Analista Internacional de COrreval
“Lo que dicen inversionistas, es si a Chipre le pidieron eso, porque no podrían hacerlo con los demás candidatos, si las condiciones son iguales porque no le exigen a Italia o Grecia”.
