Donald Trump y Xi se reunirán en medio de la amenaza de TikTok, aranceles y Nvidia

La llamada del viernes entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping promete determinar el destino de TikTok y potencialmente aliviar las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo.

Trump y Xi tienen previsto hablar a las 9 a. m., hora de Washington, o a las 9 p. m., hora de Beijing, sobre un acuerdo marco revelado esta semana para transferir el control de las operaciones estadounidenses de TikTok de su matriz china ByteDance Ltd. a un consorcio de inversores estadounidenses.

Los detalles del acuerdo no han sido anunciados, y Trump se mantuvo evasivo en una entrevista con Fox News transmitida el jueves, señalando que mucho depende de cómo responda Xi.

“Parece que han aprobado TikTok, y TikTok representa una enorme cantidad de dinero para Estados Unidos, así que eso estuvo bien, pero veremos cómo funciona todo”, dijo Trump.

La conversación entre los líderes será la primera desde junio, en un momento en que ambos países se encuentran en un punto muerto debido a las restricciones comerciales que afectan a industrias clave, como los semiconductores y las tierras raras. Esto incluye disputas sobre el futuro del acceso del fabricante de chips Nvidia Corp. a China, actualmente obstaculizado por los controles de exportación estadounidenses y los esfuerzos de China por frenar la demanda local de sus productos.

"Estamos muy cerca de llegar a acuerdos sobre todo esto", dijo Trump, aludiendo tanto a las negociaciones comerciales como a TikTok. "Y mi relación con China es muy buena".

La llamada también podría propiciar una posible reunión en persona, la primera desde que Trump asumió el cargo. Esta interacción debería generar una agenda más amplia, que incluye un pedido previsto de aviones Boeing Co. por parte de China y una posible discusión más profunda sobre cuestiones geopolíticas, a medida que los conflictos continúan en Ucrania y Oriente Medio y las escaramuzas se intensifican en el Mar de China Meridional.

El interés de Trump en ejercer su diplomacia transaccional para cerrar un acuerdo con TikTok ha eclipsado cualquier preocupación persistente sobre la seguridad nacional que sustentaba la ley bipartidista que entró en vigor en enero. El presidente ha firmado varias órdenes ejecutivas que extienden el plazo de la ley, aunque no está del todo claro cuál es su fundamento legal para violarla y permitir que la aplicación siga funcionando.

"Tiene un valor enorme, y odio desperdiciar ese valor", dijo Trump sobre la popular aplicación el jueves en el Reino Unido tras reunirse con el primer ministro Keir Starmer. "Prefiero aprovechar los beneficios".

El acuerdo con TikTok, aún no anunciado, implicaría que ByteDance no posea más del 20%, mientras que los demás inversores incluyen a Oracle Corp., Andreessen Horowitz y la firma de capital privado Silver Lake Management LLC, según personas familiarizadas con el asunto. Trump declaró durante su visita al Reino Unido que la aplicación sería propiedad de inversores estadounidenses y de empresas que aman a Estados Unidos, pero no respondió directamente a la pregunta sobre si la aplicación requeriría un nuevo algoritmo.

Si se trata de un acuerdo en el que una entidad china licencia su tecnología a Estados Unidos pero conserva el control y la propiedad de esa tecnología fundamental, "China lo vería como un resultado exitoso porque es coherente con su visión de hacer que el mundo sea cada vez más dependiente de la tecnología que China sigue controlando", dijo Henrietta Levin, titular de la Cátedra Freeman de Estudios sobre China en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington.

Eso va en contra de “lo que entiendo que la ley realmente exige, que sería la propiedad corporativa estadounidense sobre esa capacidad”, añadió.

Trump debe estar preparado para dar marcha atrás si Xi no cumple con las expectativas estadounidenses sobre el algoritmo, dijo Steve Yates, investigador principal del Centro de Estudios Asiáticos de la Heritage Foundation, un grupo de expertos conservador con sede en Washington.

"Si hay alguna deficiencia y no cumple, el presidente tiene que poner en evidencia y proceder con la amenaza de retirar a TikTok del mercado en Estados Unidos a menos que y hasta que puedan volver a estar dentro del alcance", dijo Yates.

Trump criticó en su momento a TikTok, pero ha cambiado su opinión sobre la aplicación, a la que atribuye haberle ayudado a ganar terreno entre los jóvenes votantes en las elecciones del año pasado. El martes, declaró a la prensa que "los jóvenes la deseaban con tantas ganas", y que los padres lo llamaron para decirle que "tendrán un gran problema con sus hijos" si no se llega a un acuerdo.

Es probable que Nvidia, cuyos chips impulsan el sector global de la inteligencia artificial, siga la noticia tan de cerca como ByteDance. La empresa más valiosa del mundo ha presionado a la administración Trump para que flexibilice las restricciones estadounidenses a las exportaciones de chips de IA a clientes chinos.

Más recientemente, las autoridades chinas afirman que Nvidia violó las leyes antimonopolio, la última presión sobre la compañía, que ya está haciendo malabarismos para mantenerse a favor de Trump. Además, las autoridades de Pekín han comenzado a presionar a las empresas tecnológicas chinas para que se abstengan de comprar productos de Nvidia y, en su lugar, recurran a proveedores nacionales.

La posibilidad de que Nvidia logre aliviar las restricciones a las exportaciones estadounidenses y la creciente presión del gobierno chino pondrá a prueba la relación que el director ejecutivo, Jensen Huang, ha buscado cultivar con Trump desde que asumió el cargo en enero. Huang ha prometido invertir hasta 500 000 millones de dólares en infraestructura de IA en EE. UU., una promesa que alegra los oídos de Trump, quien suele presumir de los miles de millones de dólares en planes nacionales de inversión en IA presentados por los líderes de la industria tecnológica.

Huang acompañó a Trump durante partes de su visita al Reino Unido; Trump lo mencionó casualmente durante un evento con Starmer y bromeó sobre la destreza de la compañía en inteligencia artificial.

"Te estás apoderando del mundo, Jensen", dijo Trump. "No sé qué haces aquí. Espero que tengas razón".

Estados Unidos y China también se encuentran en medio de una distensión, hasta noviembre, de una guerra arancelaria que en un momento dado provocó que los gravámenes estadounidenses se dispararan hasta 145 %. El 20 % restante impuesto a China pretende presionar para frenar el flujo de fentanilo y los materiales utilizados para su producción.

Aunque Trump dijo el jueves "en una escala mucho mayor, estamos bastante cerca de un acuerdo", su posición podría verse socavada por un fallo pendiente de la Corte Suprema sobre la legalidad de cierto poder arancelario que utilizó para aplicar los gravámenes a China.

Dado que el futuro de la tregua sigue siendo incierto más allá de la última prórroga hasta noviembre, Yates afirmó que "no esperaría resultados inmediatos". Mientras tanto, Trump ha pedido a sus aliados que intensifiquen las sanciones contra China e India en un intento por aumentar la presión económica sobre el presidente ruso, Vladimir Putin, y poner fin a la guerra en Ucrania.