Economía de Argentina se contrajo en diciembre a su mayor nivel desde la pandemia

La economía de Argentina se contrajo en diciembre a su mayor nivel desde el pico de la pandemia de covid-19, cuando el recién elegido presidente Javier Milei puso en marcha medidas de austeridad impactantes que frenaron el consumo.

La actividad económica en diciembre cayó 3,1% respecto a noviembre, según datos del gobierno publicados el jueves, una caída no vista desde abril de 2020. Respecto al mismo mes del año anterior, la actividad cayó un 4,5%, más que la caída del 3,2% prevista por los economistas encuestados por Bloomberg. La contracción fue impulsada por caídas en el sector financiero, la manufactura y el comercio.

Desde que asumió el cargo el 10 de diciembre, Milei devaluó drásticamente el tipo de cambio oficial, congeló las obras públicas y recortó empleos en el sector público para cerrar el enorme déficit que estaba en la raíz de la inflación anual que supera 250%. El Gobierno de Milei logró en enero el primer superávit presupuestario mensual en más de una década al permitir que la inflación devorara los pagos de pensiones y recortar generosos subsidios a la energía.

Las amargas medidas de shock empujaron al 57% de la población por debajo del umbral de pobreza en enero, desde alrededor de 45% el año pasado, según un estudio de la Universidad Católica Argentina. En protesta por los bajos salarios, los sindicatos de trabajadores anunciaron una serie de manifestaciones y huelgas, incluida una huelga de trabajadores de la salud de 24 horas el jueves.

“Siempre dijimos que sería difícil”, dijo el miércoles el ministro de Economía, Luis Caputo, en una entrevista televisiva. “Estamos haciendo lo imposible para que la transición sea menos dolorosa, pero no había otra manera”.

Las ventas minoristas sufrieron una brutal caída de 28,5% en enero respecto al año anterior, con los mayores recortes en el consumo de alimentos y bebidas y productos farmacéuticos, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Los economistas encuestados por el banco central pronostican que el producto interno bruto se contraerá 3,0% este año.