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Barómetro de confianza de Edelman
En el Barómetro de Confianza Global en ONG públicas y privadas, Colombia permanece con un índice bajo de 49%, mientras que el promedio para 2025 se ubicó en 56%
El clima político y los sucesos de gran impacto social no solo tienen influencia en la percepción que tienen los ciudadanos sobre sus gobernantes, sino que la imagen de las instituciones públicas y privadas también se ven permeadas por ello. Esto es lo que mide el Barómetro de Confianza de Edelman 2025 el cual encuestó a 33.000 personas en 28 países, y en esta última edición la confianza en negocios, gobierno, medios y ONG se mantuvo estable 56%.
Entre los estados analizados está Colombia y mejoró 2% en el índice de confianza respecto a 2024, pero se mantiene en el grupo de países con mayor desconfianza pero en el límite a entrar en un terreno neutral. En la categoría de desconfianza se ubican los países con índice entre 1% y 49%, y justo esta fue la cifra registrada en Colombia.
Los países que también están en el parámetro de desconfianza son Australia (49%), Argentina, Francia e Irlanda con 48%, Estados Unidos (47%), España (44%), Reino Unido (43%), Alemania y Corea del Sur con 41%, y Japón cierra con la confianza más baja, 37%. Lo que muestra a cinco de las 10 economías más grandes con un problema de falta de confianza. Richard Edelman, director ejecutivo de Edelman, señaló que esto se explica porque, “los gobernantes en EE.UU., Reino Unido, Francia, Alemania, Corea del Sur y Canadá fueron derrocados en medio de la ira de los votantes por la pérdida de empleos debido a la globalización y la inflación".
Después están los países neutrales con cifras en el índice de entre 50% y 59%, acá está México, Países Bajos, Sudáfrica, Canadá, Brasil, Italia y Suiza. Luego están las naciones con confianza superior a 60%, aquí están 10 países, pero los destacados con más de 70% son China (77%), Indonesia (76%), India (75%), Emiratos Árabes Unidos (72%) y Arabia Saudí (71%).
Uno de los aspectos más destacados en el estudio es que se observó una notable desigualdad de confianza entre las personas de ingresos altos y gerente a los de ingresos bajos, con una diferencia de 13 a 16 puntos porcentuales. El promedio de confianza global al revisar solo la percepción de ingresos altos llega a 62%, mientras que solo en personas con ingresos bajos cae hasta 50%.En específico, solo 48% de los encuestados de bajos ingresos confían en las instituciones, 13 puntos menos que los de altos ingresos, 61%.
En el caso de Colombia, si ve la confianza de ingresos altos el país logra estar en la categoría neutral con 52% de confianza, pero al observar solo los encuestados con los ingresos más bajos llega a 44%, que ingreso es inferior a la confianza promedio sin distinguir ingresos.
Adicional a la brecha de confianza por clases socioeconómicas se ve que las personas ricas son vistas como el problema, 67% de los encuestados cree que este grupo poblacional evita pagar su parte justa de impuestos y 65% de las personas culpa al egoísmo de los sectores más privilegiados como el origen de muchos de los problemas actuales.
La firma reveló que también hay otras tres características que explican el panorama de la confianza global actual. Está la falta de esperanza en la próxima generación, pues solo 36% tienen la creencia de que las cosas en su país serán mejores que hoy para la próxima generación, y esta tendencia se identifica con mínimos severos en todas las democracias occidentales, por ejemplo, Francia con 9%.
Luego está que hay una “falta de fe sin precedentes en los líderes institucionales a nivel mundial”, 69% de los encuestados teme que los funcionarios gubernamentales, los líderes empresariales y los periodistas los engañen deliberadamente, y esta cifra aumentó 11 puntos desde 2021. Relacionado a ello está que hay confusión sobre la información creíble, 63% dice que cada vez es más difícil saber si las noticias fueron producidas por una fuente respetable o son un intento de engaño.
El estudio sigue confirmado que las empresas han sido vistas por la sociedad como la solución por defecto para los problemas y se les considera más competentes que los gobiernos, pues su confianza para el reporte de 2025 está 49 puntos por encima del ente gubernamental y en la categoría de ética obtiene 29 puntos más, Pero ahora se identifica que las empresas se enfrentan a nuevos obstáculos; “su participación en la resolución de problemas sociales está justificada si contribuye a la solución del problema, y puede tener un impacto importante en el desafío si sus acciones mejoran el desempeño empresarial”, explica Edelman, por lo que para mantener la confianza, la firma recomienda que los negocios actúen en beneficio de sus comunidades y aborden problemas sociales.
“Las empresas se enfrentan a la reacción negativa de quienes se oponen a su papel como catalizador del cambio social. Para dejar atrás una sociedad basada en las quejas será necesario un esfuerzo interinstitucional para abordar cuestiones como la integridad de la información, la asequibilidad, la sostenibilidad y el futuro de la IA”, comentó Edelman.
En un sentido más local y cercano a las personas es que a pesar de una caída de tres puntos a 75 % de confianza entre los empleados, “mi empleador” sigue siendo la institución más confiable.
Luego están las ONG, que son otra institución que deben tener el rol de unificadoras ya que se les clasifica como “la institución que genera mayor confianza entre quienes tienen un alto sentido de agravio”. En cuanto al gobierno, que para Edelman en este momento debe demostrar su competencia entregando resultados que beneficien a los ciudadanos. En un eje complementario está el rol de los medios de comunicación quienes, en busca de mayor confianza, deben priorizar la información de calidad sobre el contenido impulsado por clics para permitir decisiones informadas.
Ante el escenario de desconfianza preocupa un aumento de inseguridad laboral por la globalización, presión económica y avances tecnológicos, también hay incremento en el temor a la discriminación y el racismo.
La percepción mayoritaria de que los ricos no pagan impuestos justos y que su egoísmo causa problemas, 40% de los encuestados aprueba el activismo hostil como medio para impulsar cambios. Y aunque las empresas son vistas como la institución más competente y ética, disminuye la confianza en los líderes empresariales y la IA.
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