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"Colombia es uno de los tigres de la región"

domingo, 7 de abril de 2013
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Colprensa

El embajador de Estados Unidos en Colombia, Michael McKinley, quien estuvo este semana en Cali para anunciar la salida del equipo América de Cali de la Lista Clinton, no desaprovecha oportunidad para destacar el buen momento que vive el país y las oportunidades que tiene de cara al futuro.

También salió al paso de las críticas que se le hacen a la política de sometimiento de delincuentes colombianos a la justicia norteamericana por la bajas penas que se aplican. 

El diplomático ratificó el apoyo de EE.UU. al proceso de la paz y la confianza en que se logre un acuerdo, ya que al país, dijo, se le abrirían muchas más perspectivas en el contexto internacional. McKinley aseguró que “Colombia vive un momento dorado” en términos de oportunidades a nivel internacional. 
 
En el pasado los narcotraficantes y delincuentes colombianos les tenían terror a terminar en una cárcel en Estados Unidos, hoy, por el contrario, muchos prefieren negociar con la justicia de su país ya que obtienen penas que para muchos son muy bajas y luego algunos regresan a Colombia. Debido a esa situación se escuchan muchas críticas al sistema de negociación. ¿Se ha pensado en revisar esa política? 
 
Hay un malentendido con el sistema de preacuerdos utilizados en los Estados Unidos para trabajar casos criminales. La realidad es que desde 1997 han sido extraditados más de mil ciudadanos colombianos a Estados Unidos, la mayoría de ellos no han recibido ningún beneficio. 
 
Incluso, todos los capos importantes que han sido extraditados a los Estados Unidos y procesados allá tienen un promedio de más de 10 años de cárcel. Han ido a los Estados Unidos en parte porque no hay cargos existentes o proceso elaborados contra ellos dentro de la justicia colombiana. 
 
Estas extradiciones fueron llevadas a cabo con plena colaboración con la justicia y la Fiscalía de Colombia, con el entendimiento de que aunque sean extraditados, habrá un momento, dependiendo de las penas que reciben, que regresarán a Colombia y hay un esfuerzo súper serio de asegurar que cuando el extraditable regresa, después de cumplir su sentencia en Estados Unidos, los cargos pendientes en Colombia estén listos para presentarse. 
 
Recientemente, erróneamente se anunció que el ‘Tuso’ Sierra estaba siendo liberado, no, él está bajo custodia y en proceso de deportación a Colombia, y obviamente será decisión de las autoridades colombianas cómo lidiar con él. 
 
El hecho es que cuando se estudian las sentencias que aplican en los Estados Unidos, se ve que son fuertes. Hay diferencias porque todos los criminales no son culpables del mismo nivel de crimen, pero los que han cometido crímenes serios, reciben sentencias muy importantes, así ayuden a trabajar a encontrar pistas de otros criminales y en romper la logística de organizaciones internacionales criminales. 
 
Es un proceso complicado, que haya aquí y allá un ejemplo que no cuaje con lo que le estoy diciendo, son contados. La vasta mayoría, teniendo en cuenta más de mil extradiciones, es un proceso serio, de sentencias severas y de cooperación total con la justicia colombiana. 
 
El Gobierno está inmerso en un proceso de paz y está empeñado en sacarlo adelante. ¿Su país cómo mira ese proceso y qué tanta credibilidad le da? 
Desde el comienzo hemos dejado muy claro que apoyamos 100 % el proceso de paz que fue lanzado por el gobierno del presidente Santos y que estamos esperanzados en que las Farc aprovechen la oportunidad que se les está presentando para llegar a un fin negociado del conflicto. En términos de los avances de estos últimos meses, nosotros no podemos definir lo que está aconteciendo en la mesa de negociaciones en La Habana, esto es estrictamente un tema de las partes, es decir las Farc y el Gobierno de Colombia, pero los indicios son bastantes favorables y esperamos que lo que se está indicando conlleve al final a una acuerdo negociado. 
 
En caso de lograrse un acuerdo de paz en Colombia, ¿cómo podría ayudar Estados Unidos en el postconflicto? 
Nosotros ya estamos muy involucrados en apoyar programas del Gobierno en los temas de consolidación, en tierras, en zonas que están emergiendo del conflicto, trabajamos en casi 40 municipios, y los temas que trabajamos, incluyendo reintegración, justicia, comunidades, todos van a ser importantes en la implementación de un proceso de paz. Así que estaremos listos para equilibrar y balancear nuestros programas de asistencia para que apoyen las metas de los resultados de las negociaciones que tiene el Gobierno. 
 
El jefe del comando Sur, John Kelly, dijo que el conflicto estaba lejos de terminar en Colombia. ¿Qué opinión le merece esa apreciación? 
Estando aquí, los Estados Unidos deja bien claro, todos los días, que estamos apoyando este proceso de paz. Nosotros no somos los que le vamos a poner término al período de negociación. Los temas en discusión son responsabilidad de las partes y no de un actor internacional. Repito, estamos más que dispuestos a apoyar, en la forma que sea útil, y especialmente en el contexto, si hay un acuerdo, de equilibrar nuestros programas de asistencia para asegurar que sean lo más efectivo posible para que se construya una paz duradera dentro del país. 
 
Esta semana se dijo que Estados Unidos estaba preocupado porque las Farc habrían comprado misiles tierra-aire; para el Ministerio de Defensa eso no es nuevo. ¿Cuál es la realidad de la situación? 
Como lo dijo el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ese es un tema que desde hace mucho se trabaja por las Fuerzas Armadas de Colombia. O sea se conoce el desafío y el peligro. En meses recientes se descubrieron, como dijo el Ministro, estos misiles en el suroeste del país y las Fuerzas Armadas hacen el seguimiento necesario para garantizar la seguridad del país. 
 
Frente a este problema, ¿Qué hace Estados Unidos y cómo colabora? 
Nosotros colaboramos muy estrechamente desde hace doce años con las Fuerzas Armadas bajo el Plan Colombia y los que llaman sucesoras del Plan Colombia, seguimos en una relación estrecha con las Fuerzas Armadas y con la Policía Nacional, trabajamos temas de mutuo interés para luchar contra los flagelos del narcotráfico y el terrorismo. 
 
A propósito del Plan Colombia, hay preocupación por los recortes que se hacen cada año de la ayuda militar de su país al nuestro. ¿Se mantendrá eso? 
Cada año Colombia se responsabiliza más por su propia seguridad. El profesionalismo de las Fuerzas Armadas y de la Policía es reconocido internacionalmente. Tanto, que en estos tres últimos años, Colombia ha mandado a 18 países asistencia de capacitación para Policía, Fuerzas Armadas y sistemas judiciales para trabajar principalmente el tema del narcotráfico, pero también en la lucha contra el terrorismo. Las Fuerzas Armadas, el Gobierno y el pueblo colombiano ya manejan su propia realidad, con mucho éxito, en la lucha contra los flagelos del terrorismo y el narcotráfico y el hecho de que vaya disminuyendo la asistencia es un reflejo y un reconocimiento del nivel de capacidad que se ha desarrollado dentro del país. Es totalmente natural que hayan recortes a medida que Colombia se fortalece y asume más responsabilidad sobre cuestiones de seguridad. En este momento la asistencia norteamericana es de apoyo, porque nosotros trabajamos con base en las metas establecidas por el Gobierno colombiano, por los éxitos logrados por las Fuerzas Armadas y por la Policía y por los temas regionales en los cuales colaboramos. 
 
El próximo mes se cumplirá el primer año del TLC con Estados Unidos, se dice que las exportaciones colombianas crecieron apenas 6,2 % en el 2012, que es considerada una cifra más baja de la esperada. ¿Piensa que fue mejor negocio para Estados Unidos? ¿Qué mensaje le deja a los empresarios colombianos? 
Hay que recordar, en primer lugar, que en un año en que el comercio internacional se estancó, Colombia siguió creciendo, y dentro del rango de los mercados a los cuales Colombia exporta, el intercambio con los Estados Unidos creció casi 7 %, que no es una cifra insignificante en el contexto de una economía global, que entró en un período de desaceleración. Segundo, el TLC con Estados Unidos sí está orientado a abrir más mercados para productos colombianos, pero primordialmente para garantizar el esquema de exención de aranceles que existía bajo la antigua Atpdea, o sea un viejo acuerdo que era unilateral, que era una concesión, y que se podía quitar en cualquier momento. Lo que el TLC hizo fue garantizar a perpetuidad los beneficios de aranceles que estaban siendo otorgados a Colombia de una forma concesionaria y unilateral, que era insostenible, no iba a continuar para siempre, así que era absolutamente esencial, dado que somos el mercado de casi el 35 % de las exportaciones de Colombia y era necesario que llegáramos a un acuerdo que garantizara los beneficios de aranceles para exportaciones colombianas. Pero como esto no se hace en un vacío, la transformación económica de Colombia, el crecimiento económico ha creado una situación en que, aún tomando en cuenta un año difícil, más de 130 compañías nuevas colombianas entraron exportar en el mercado norteamericano con más de 600 productos en ofertas. Esto es un cambio de base, de estructura, que siembra el potencial para un futuro mucho más prometedor. 
 
Si bien es cierto que la inversión extranjera en Colombia viene mostrando signos alentadores, la mayor parte de la misma proviene de América Latina, pero la inversión de Estados Unidos es muy reducida. ¿Qué hace falta para que repunte? 
No ha sido reducida para nada. El hecho es que la inversión extranjera en América Latina ha sido la que más crece en los últimos años, en comparación con cualquier otra región del mundo y estoy incluyendo al este de Asia, y en América Latina el crecimiento de la inversión extranjera dentro de Colombia ha sido impresionante. Los últimos dos años han sido años récord de inversión, con un crecimiento fuerte y un enfoque que ya no es solo sobre el sector energético o minero, sino que el año pasado hubo tres mil millones de dólares destinados a otros sectores. La realidad es que el perfil como atractivo, como imán para la inversión extranjera de Colombia ha crecido en estos últimos años en un ambiente en que Suramérica, en particular, se ha vuelto muy atractiva para inversionistas extranjeros. Ahora, ¿hay opción para que esa inversión crezca más y sea mejor para el país?, absolutamente, y se espera que llegue un momento en que las cifras que veamos no sean de 15 o 16 mil millones de dólares sino que lleguen a 20 y 25 mil millones de dólares, que es lo que vemos en países como Chile, y ese es el nivel al que puede llegar Colombia. Estoy seguro de que con el ritmo que se está estableciendo se va a llegar a eso en el futuro próximo. 
 
¿Cree que con la muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, las relaciones de EE.UU. con ese país y otros de la región mejorarán? 
Nosotros desde siempre hemos dejado bien claro nuestro interés en tener una relación correcta con Venezuela, trabajando temas que tenemos en común, y seguimos con la puerta abierta a esa relación. 
 
Usted va a completar tres años en el país, sobre la imagen que traía, ¿cómo ve hoy la situación de Colombia? 
No soy el único que lo dice, pero el país sigue cambiando cada año en forma muy positiva, en todos los niveles. En términos de índices sociales hay mejoras en alivio de pobreza. También hay mejoras en políticas de inversión, en infraestructura, en telecomunicaciones, en puertos. También se ven mejoras en términos de seguridad y en los ‘ratings’ que dan las agencias internacionales de la economía colombiana, hay mayores inversiones, crecimiento sostenido, inflación bajo control. Colombia tiene un papel más importante a nivel internacional dentro de la región, en las Naciones Unidas, a nivel global. La globalización de la economía colombiana y los vínculos con más de 45 países en tratados de libre comercio, cada año se pueden medir en las mejoras positivas que está experimentando el país. 
 
¿Eso quiere decir que nos dan mayor importancia a nivel internacional y nos ven con otros ojos? 
Todos le dan importancia a Colombia a nivel internacional. Lo que estamos viendo es el interés en invertir en el país. Las visitas que llegan de todas partes del mundo. Estamos viendo el papel que Colombia juega en términos regionales, la alianza del Pacífico que está transformando la relación de América Latina con la zona asiática, que es la más pujante en términos económicos hoy día. Colombia, de por sí, ya está definiendo un nuevo papel dentro del contexto internacional. 
 
¿Cómo ve el futuro de Colombia? 
Esa es una pregunta gigantesca, pero lo importante es ver a Colombia como lo ven los mercados internacionales. En estos dos últimos años, las tres agencias de crédito han designado a Colombia como país de inversión. Revistas financieras internacionales como The Economist, especialistas en finanzas, en inversión, todos han señalado a Colombia como un nuevo mercado emergente, como uno de los tigres de América Latina. Hace tres o cuatro años no se hablaba de Colombia en ese sentido. Es un momento dorado, en términos de oportunidades para Colombia, la proyección internacional, en términos de los índices de mejoría para el país, es un momento excelente. 
 
América está para comenzar una nueva historia 
¿Por qué se demoró tanto el proceso para que América saliera de la Lista Clinton? 
Cuando el equipo se diseñó a finales de los años 90, era, como todos sabemos, un período muy difícil en el contexto de la región y en contexto del equipo. Y como todas las cosas difíciles toman tiempo, tienen que llegar ciertos personajes y ciertas condiciones para que se pueda acelerar el cambio y la reestructuración del equipo. Esto empezó en 2009-2010 se trabajó de forma más seria para que se llegara al objetivo que hemos declarado y alcanzado con el equipo, pero decir que hubo razones específicas relacionadas con el tiempo que se tomó, no. Al principio, obviamente, tenía que haber el interés dentro del equipo y la junta directiva para trabajar y llegar a un acuerdo de cómo se podía estructurar el equipo. 
 
¿El Gobierno de Estados Unidos tiene la certeza de que el América de Cali está ajeno a dineros dudosos? 
El equipo América de Cali se sometió a un proceso de reestructuración bajo la supervisión del Gobierno colombiano, la Superintendencia de Sociedades y Coldeportes. A su vez, el América de Cali solicitó a la OFAC que fuera retirado de la lista de sanciones (Lista Clinton). Como parte del proceso de retiro del equipo de la lista por parte de la OFAC, esta entidad estudió los resultados del proceso de reestructuración de la deuda del equipo llevado a cabo por el gobierno colombiano, y de la creación de la entidad América S.A. A través de ese estudio, la OFAC se cercioró de que el equipo había terminado todos sus vínculos con las partes designadas y esto condujo a que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (a través de la OFAC) procediera a sacar al equipo de la Lista Clinton. 
 
¿Qué garantías tiene hoy el Gobierno de Estados Unidos de que en el América no se repitan situaciones como las del pasado? 
El hecho es que no se pueden tener garantías, pero lo que hemos visto es una seriedad, de primera, por parte de la Junta Directiva, de la Sociedad Anónima, se han llevado a cabo reformas profundas y el equipo está en pie para comenzar una nueva era en su historia. 
 

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