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De acuerdo con las cifras del Dane, la incidencia del barril de petróleo en las exportaciones llegó a 53,5%
Con un incremento de 10,4% y un total de US$41.831 millones en sus exportaciones, Colombia es el país de la Alianza del Pacífico (AP) que más aumentó el valor de sus envíos al exterior al cierre de 2018. De acuerdo con los expertos, el resultado se dio gracias a la variación de los precios del petróleo, que oscilaron entre los US$50 y los US$70 el año pasado.
“Nuestras exportaciones se centran en el comercio de los commodities. Si la calidad exportadora de un país tiene un gran peso en este tipo de bienes, se verá beneficiado cuando los precios internacionales permanezcan altos”, dijo Carlos Ronderos, exministro de Comercio Exterior colombiano.
De acuerdo con las cifras del Dane, la incidencia del barril de petróleo en las exportaciones llegó a 53,5%, mientras que las manufacturas, que las segundas que más pesan en las ventas al exterior, representaron 21,7%.
“Los resultados demuestran que el aumento no se da en el volumen de los bienes, sino en el valor de lo que se exporta. A pesar de la influencia del crudo, las otras categorías tuvieron un crecimiento positivo”, añadió el exministro.
México ocupó la segunda casilla en la lista de los que más se expandieron en sus exportaciones en la Alianza del Pacífico, con un crecimiento de 10,1% y un valor de US$450.572 millones en sus transacciones. Según los analistas, esto se debe a los efectos colaterales que ha tenido la guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo que les ha dado la oportunidad de llegar a otros mercados.
“Si bien el desempeño del país tuvo altibajos durante 2018. Se vio beneficiado en gran medida por la reacomodación de la oferta y la demanda que causó la guerra comercial entre las dos potencias del mundo. Gracias a ella, hemos suplido mercados a los que antes no teníamos acceso”, señaló Pablo Zárate, experto de Pulso Energético en México.
Este aumento también se dio gracias al buen desempeño de otros bienes como las manufacturas, que tienen un peso mayor en los envíos del país y hacen que tenga la economía más robusta entre los miembros de la Alianza del Pacífico. De acuerdo con el Dane, la balanza comercial entre Colombia y ese país llegó a un déficit de US$2,1 millones.
“Somos grandes importadores de manufacturados, mientras que Chile y Perú no lo son. Por eso, absorbemos esa oferta dentro de la alianza. Otro país del que dependemos mucho en manufacturas es China”, comentó Ronderos.
Las importaciones también tuvieron una expansión importante respecto a los demás países de la Alianza del Pacífico. En este rubro, Chile lideró la tabla con un crecimiento de 14% con un valor de US$74.189 millones, no obstante, Colombia lo siguió de cerca con un incremento de 11,2%, para un valor total de US$51.230 millones.
“A medida que crecieron las exportaciones hubo más niveles de disponibilidad de la divisa, lo que por defecto disparó el nivel de compra y generó ese aumento en las importaciones”, indicó Ronderos.
Otro de los países del bloque que vale la pena destacar es Perú, cuyas exportaciones sumaron US$47.772 millones. Esto significó un crecimiento de 5,6%. Según los expertos, este ritmo se debe a que su dependencia y disponibilidad de petróleo es menor a la que tiene Colombia.
“Este país es reconocido por la diversidad de sus productos, especialmente el alimenticio. Como el petróleo no tiene una incidencia fuerte en sus exportaciones, creció a un ritmo menor, pero la clave es que puede ser considerado orgánico, pues no depende de las tarifas internacionales”, dijo José Miguel Sánchez, decanos de ciencias económicas en la Universidad Católica.
la balanza comercial en la ap
El país mantiene su balanza comercial con Perú y Chile en cifras positivas. Al cierre del año pasado, el índice con Perú cerró en un superávit equivalente a US$438.767 y con Chile la suma fue de US$497.302. “Las relaciones del país con la Alianza del Pacífico han sido satisfactorias, pues estamos hablando de economías relativamente simétricas en los casos en que hay un superávit”, indicó el exministro de comercio.
En el caso mexicano, la balanza tiene un déficit, sin embargo, se debe tener en cuenta el tamaño de la economía mexicana respecto a los demás integrantes del grupo.
Los expertos coinciden en que si bien la alianza comercial mantiene niveles aceptables de crecimiento en cada una de las economías del bloque, éstas deben enfrentar grandes retos, como la inflación y el empleo.
En el caso de Chile, por ejemplo, la inflación saltó de 2,3% en 2017 a 2,9% en 2018, a pesar de que la economía ha mostrado un proceso de recuperación estable respecto a los precios del cobre y ha cubierto las caídas con la demanda interna.
“En cuanto a Latinoamérica, tenemos una alta demanda en las materias primas para construcción gracias a la gran inversión en infraestructura que están haciendo los gobiernos. Sin embargo, la inequidad sigue replicándose”, dijo Sánchez.
El experto agregó que con menor costo de vida, el consumo sube, las empresas reducen el gasto y son más competitivas, lo que mejora el comercio.
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