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En la publicación, Oscar Andia, vicepresidente de la Federación Médica Colombiana, manifiesta que este panorama es producto de lo que se vivió en el país en 2006, durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010), en el que las autoridades liberaron los precios de los medicamentos. De esta forma, al no existir precio de referencia, los laboratorios médicos podían cobrar lo que quisieran por cualquier medicamento.
El resultado fue un incremento en los precios de los medicamentos. Un ejemplo claro de esto, asegura el vocero de la Federación es el Novoseven, un medicamento usado por los hemofílicos, que tiene un precio promedio de $2,5 millones en 21 países, mientras que en Colombia alcanzó los $14 millones.
Rodrigo Arcila, director de la Cámara Farmacéutica de la Asociación Nacional de Empresarios, dice que fue un periodo de abusos. Agregando que el mercado aprovechó esa falta de control por parte del Gobierno para imponer los precios que quisieran y por supuesto para que las personas pagaran lo establecido por ellos.
Con la llegada del presidente Juan Manuel Santos al poder en 2010 se empezó a dar gradualmente un cambio de estrategia frente al problema de los precios desbocados de los medicamentos.
Para esa época, exactamente un año después de su llegada al mandato (2011), el vicepresidente Angelino Garzón había asegurado que este era el país de la región con los precios de medicamentos más altos y señaló que lo que querían era que la industria farmacéutica entendiera que los precios debían nivelarlos por lo bajo, colocando como ejemplo a España, donde los medicamentos se consiguen a menor costo. En 2012 se establecieron nuevos lineamientos y en concertación con la industria se han venido discutiendo nuevas reglas para evitar estos abusos.
Este año el Gobierno ha intensificado los controles. A comienzos de año, la Superintendencia de Industria y Comercio impuso una multa de $3.500 millones a la multinacional Novartis por vender medicamentos a precios por encima de los permitidos.
El Ministerio de Salud incluyó 230 medicinas a la lista que ya completa 546 medicamentos donde los precios son controlados por el Estado.
Precios justos e incentivos para el mercado, la tarea
Para Rodrigo Arcila de la Andi es importante que a la hora de establecer nuevas medidas, en este caso con los precios del mercado, se tengan en cuenta dos pilares fundamentales: “precios justos para los medicamentos e incentivos para que la industria pueda colocar cada vez mayor volumen de productos en el mercado”, sostiene.
“De esa manera se tiene un equilibrio entre los controles y el beneficio de los consumidores pero también los incentivos a mayor inversión por parte de la industria. Si ese equilibrio se rompe, lo que puede conducir es al desabastecimiento”, dijo.
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