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El administrador del canal, Ricaurte Vásquez, confirmó que firmas chinas participan en el proceso “en igualdad de condiciones”
Las tensiones geopolíticas volvieron a rodear al Canal de Panamá luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, insistiera en que la ruta interoceánica opera bajo una creciente influencia china. Mientras tanto, varias compañías de ese país ya se preparan para competir por las obras de dos nuevos puertos clave para el comercio marítimo global.
El administrador del canal, Ricaurte Vásquez, confirmó que firmas chinas participan en el proceso “en igualdad de condiciones” para adjudicarse la construcción de las terminales. Sus declaraciones se dan pese a los recientes mensajes de Washington, donde Trump ha sugerido que Estados Unidos debería retomar el control estratégico de la vía.
Consultado sobre un eventual aumento de tensiones si el proyecto termina en manos de consorcios chinos, Vásquez evitó entrar en el terreno hipotético.
Las advertencias de Trump se apoyan en el hecho de que Hutchison Holdings, de Hong Kong, opera actualmente los puertos de Balboa (en el Pacífico) y Cristóbal (en el Caribe). En medio de la presión política, la compañía acordó vender estas terminales a un grupo liderado por la estadounidense BlackRock, una movida que ha generado suspicacias en Pekín, justo cuando empresas chinas buscan posicionarse en las nuevas obras.
La Autoridad del Canal de Panamá informó que a partir del próximo lunes iniciará reuniones con los distintos consorcios interesados en el proyecto. El proceso culminará en la licitación de los puertos de Corozal, en el Pacífico, y Telfers, en el Atlántico.
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