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La semana pasada, la Unión Europea dio a conocer planes más estrictos para cumplir con los objetivos climáticos para 2030 y 2050
Robert Bosch GmbH está considerando cerrar una planta en Munich que fabrica componentes para automóviles propulsados por motores de combustión interna, dijo el domingo el periódico local Merkur.
La próxima transición de Alemania de la combustión a los coches eléctricos conducirá a "un exceso de capacidad considerable y la necesidad de ajustes", según una portavoz de la empresa citada por Merkur.
La demanda de los productos de la planta, que incluyen bombas de combustible eléctricas y válvulas de inyección, disminuirá en los próximos años, lo que debilitará la competitividad del sitio, según un documento interno citado por Merkur.
La medida de Bosch es una señal de cómo el cambio a los vehículos eléctricos ya está remodelando la industria alemana. La economía más grande de Europa espera tener 14 millones de vehículos híbridos enchufables y eléctricos en sus carreteras para 2030 mientras intenta cumplir con las cada vez más estrictas normas de emisiones de la Unión Europea. El pronóstico del Gobierno es al menos un 40% más alto que un estimado anterior gracias a un reciente aumento en las ventas de vehículos eléctricos, dijo este mes el ministro de Economía, Peter Altmaier.
La semana pasada, la Unión Europea dio a conocer planes para cumplir con los objetivos climáticos más estrictos para 2030 en el camino hacia la eliminación de emisiones para mediados de siglo. El bloque propuso que las emisiones de los automóviles nuevos caigan un 55% a partir de 2030 y caigan a cero a partir de 2035.
La política reforzará la demanda de modelos eléctricos y los fabricantes de automóviles se están preparando. Volkswagen AG, el mayor fabricante de la región, espera que más del 70% de las ventas de su marca homónima sean eléctricas a partir de 2030.
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