Bebidas azucaradas ganan la batalla a los impuestos en condado de Cook

El impuesto a las bebidas azucaradas en el condado de Cook en Chicago no duró más de dos meses. Luego de que los ingresos de los minoristas de la región cayeran 47%, según un informe de la organización Can the Tax, la ley perdió su batalla ayer ante la Junta Directiva del condado.

El resultado fue de 15 votos a favor y dos en contra, con lo que ganó la revocatoria del impuesto a partir del 1 de diciembre de este año. “Se ha visto que la gente deja de consumir cuando es más costoso algún elemento y nosotros vemos evidencia en Nueva York donde las gaseosas son muy caras y la gente ha dejado de comprarlas pues opta por otras alternativas”, expresó Julio César Botero, coordinador de negocios internacionales de la Universidad de la Salle.

El año pasado, en noviembre, la Junta de Comisionados del condado aprobó la ordenanza de impuestos sobre bebidas azucaradas en esta zona, gravándole US$0,01 a cada onza de estos productos. Los motivos expuestos por Toni Preckwinkle, presidenta de la Junta, para aprobar y promover la medida, fueron mejorar la salud pública y apoyar, con US$200 millones adicionales, la brecha presupuestaria que tiene esta zona de Chicago que asciende a US$1.800 millones.

Para Preckwinkle la eliminación de este impuesto supone un recorte de 11% en el presupuesto de Cook. Asimismo, la funcionaria indicó que al derogar esta medida habrán mayores despidos aunque no ahondó en la explicación de esta situación.

La decisión, desde que fue aprobada, ha tenido a varios detractores, entre ellos 86% de los residentes del condado que llegó a manifestar que le salía menos costoso irse a otra región dentro del mismo estado para comprar estos productos.

“Cuando en un contexto como el de Estados Unidos, donde cada uno de los condados puede poner su reglamentación y cuando son trayectos tan pequeños, se tiene la posibilidad de que el consumo migre a otras partes”, explicó Oscar Eduardo Medina, profesor de la Universidad Eafit. Por el contrario, en casos como el de México, que impuso un impuesto de 10% sobre las bebidas azucaradas en 2014, el efecto no es el mismo sobre el comercio puesto que es de carácter nacional, agregó Medina.

La discusión ha estado en la mitad de una fuerte pelea publicitaria. La American Beverage Association, el gremio de las bebidas en ese país, gastó hasta la fecha cerca de US$3,2 millones en anuncios publicitarios en contra del impuesto desde su aplicación. No obstante, los que están a favor de la medida, como el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, invirtieron al menos US$5 millones en hacer campaña para que se mantuviera vivo el impuesto.

Jim O’Hara, director de política de promoción de la salud del Center for Science in the Public Interest, dijo a medios locales que “la oposición de la industria a estos impuestos no es nueva”. Según Politic Fact, regiones en Estados Unidos como Albany, Berkeley, Boulder, Oakland, Filadelfia, San Francisco y Seattle tienen un impuesto a las bebidas azucaradas. El medio recordó que un estudio del Instituto de Salud Pública y la Universidad de Carolina del Norte encontró que las ventas de bebidas gravadas cayeron 9,6% en el primer año tras la aplicación del impuesto.

El condado debe buscar nuevo financiamiento
Con la derogación del impuesto a las bebidas azucaradas queda en el limbo el plan presupuestario que presentó la presidente Preckwinkle por US$5.400 millones y que incluían los ingresos por el gravamen que dejará de existir este año. De esta manera, la funcionaria indicó que los comisionados deben buscar fuentes alternativas de financiamiento. Algunos, como el demócrata John Fritchey, han sugerido la legalización de la marihuana recreativa.