Australia informó que Donald Trump aceptó considerar exención de aranceles al país

El presidente Donald Trump acordó considerar una exención para Australia de los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio luego de una llamada telefónica con el primer ministro Anthony Albanese, incluso después de haber dicho inicialmente que no habría excepciones a los impuestos.

Albanese informó a los periodistas el martes en Canberra tras su conversación con el presidente. El primer ministro dijo que había presentado el caso de Australia y que él y Trump habían "acordado la redacción" para declarar públicamente que "se estaba considerando una exención en beneficio de ambos países".

Albanese, que debe celebrar elecciones antes del 17 de mayo, ha estado bajo intensa presión de los legisladores y ejecutivos locales para lograr exenciones arancelarias para las exportaciones de acero y aluminio de Australia a los EE.UU. Durante el primer mandato de Trump, Canberra emprendió meses de minuciosas negociaciones con Washington para evitar impuestos similares.

El lunes, al hablar en la Oficina Oval mientras ordenaba los aranceles del 25% al ​​acero y al aluminio, Trump dijo inicialmente que no habría exenciones, antes de agregar que “consideraría” algún posible margen de maniobra para Australia.

“Tenemos un superávit con Australia, uno de los pocos países que compran muchos aviones”, dijo Trump a los periodistas en Washington. “Es algo que vamos a tener en cuenta”.

La llamada entre el presidente y el primer ministro fue la primera desde que Trump comenzó su segundo mandato y se produjo en el contexto de los preparativos de Estados Unidos para imponer aranceles a ambos bienes, países y bloques comerciales.

Albanese destacó un punto clave a favor de Australia en su rueda de prensa.

“Estados Unidos tiene un superávit comercial con Australia desde la administración Truman. Es de aproximadamente dos a uno en lo que respecta al comercio entre nuestros dos países”, dijo. “Si se observan las importaciones de estos productos en Estados Unidos, se trata de aproximadamente el 1% de las importaciones de acero y el 2% de las de aluminio”.

El gobierno de Albanese había estado trabajando para reafirmar los lazos con la nueva administración estadounidense. Días después de las elecciones de noviembre, el primer ministro dijo que Trump le había asegurado durante una llamada que los dos líderes disfrutarían de una "amistad perfecta".

Desde que Trump asumió el cargo, los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de Australia han viajado a Washington para mantener reuniones por separado con sus homólogos: el Secretario de Estado Marco Rubio y el Secretario de Defensa Pete Hegseth.

Albanese destacó el martes las contribuciones de las exportaciones australianas de acero y aluminio a Estados Unidos.

“Nuestro acero es un insumo importante para la industria manufacturera estadounidense. BlueScope es el quinto mayor fabricante de acero del país. Han invertido 5.000 millones de dólares australianos en Estados Unidos en varios estados. Creo que hay más de 30 inversiones diferentes allí”, afirmó.

“Nuestro aluminio es un insumo fundamental para la fabricación en Estados Unidos. Nuestro acero y nuestro aluminio son insumos clave para las industrias de defensa de Estados Unidos y Australia”.

Trump ha estado intensificando las conversaciones con aliados asiáticos clave. El 7 de febrero se reunió con el primer ministro japonés Shigeru Ishiba en la Oficina Oval y tiene previsto reunirse con el primer ministro indio Narendra Modi en Washington la semana próxima.

El viceprimer ministro Richard Marles dijo el fin de semana que Australia había transferido el primer pago de 500 millones de dólares a Estados Unidos para mejorar su capacidad industrial como parte del acuerdo de seguridad Aukus. Los fondos se utilizarán para acelerar la producción de submarinos de la clase Virginia y otros buques de guerra.

En virtud del Aukus, que fue acordado por el expresidente Joe Biden en septiembre de 2021, Estados Unidos y el Reino Unido trabajarán con Australia para proporcionar a Canberra una flota de submarinos de propulsión nuclear. El acuerdo es visto ampliamente como una medida para fortalecer los lazos de seguridad entre los socios occidentales frente a la creciente competencia estratégica de China.