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Intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos.
La entrega de los rehenes retenidos por Hamás conlleva una logística detallada y cargada de tensión ante la incertidumbre por cualquier situación que pueda alterar los ánimos
El intercambio de rehenes es uno de los términos que deben honrarse en el plan de 20 puntos que EE.UU. e Israel divulgaron el pasado 29 de septiembre; esto con miras a desescalar el conflicto con Hamás. Se trata de una de las fases más críticas por la cantidad de vidas en juego.
Los rehenes que Hamás aceptó entregar fueron tomados durante el ataque perpetrado el 7 de octubre de 2023, que dio origen a la agudización del conflicto con Israel por la soberanía, división y ocupación del territorio por el que ambos bandos han chocado durante años.
Ahora bien, la entrega de los rehenes retenidos por Hamás conlleva una logística detallada y cargada de tensión ante la incertidumbre por cualquier situación que pueda alterar los ánimos. La logística puede resumirse en seis partes.
Hamás entregará a los rehenes a una organización internacional neutral, que podría ser el Comité Internacional de la Cruz Roja, Cicr, o un país mediador como Egipto o Catar.
La entrega se realiza en un lugar seguro y previamente acordado dentro de la Franja de Gaza. Se sabe que la presencia de un intermediario es necesaria para verificar la identidad y el estado de salud inicial de las personas liberadas. Además, cumplirá con su rol como garante del acuerdo.
Cuando los rehenes estén en custodia del intermediario, inicia su traslado desde el punto de entrega hasta una de las salidas de Gaza, que podría ser el cruce de Rafah, con Egipto, o el cruce de Kerem Shalom, con Israel. Se planea que el desplazamiento se realice en vehículos de la organización neutral.
Al llegar al punto fronterizo, tendrá lugar el traspaso oficial. El mediador entregará los rehenes a las Fuerzas de Defensa de Israel, FDI. En esta fase, oficialmente, los antiguos rehenes volverán a custodia israelí. Aquí se realiza una primera identificación y una evaluación médica básica para determinar si alguien necesita atención de urgencia inmediata.
Para esta ocasión, el Gobierno israelí informó que los rehenes podrán reunirse con sus familias, antes de ser trasladados a un hospital.
Los liberados no serán trasladados directamente a sus hogares sino que, por vía aérea o terrestre, serán conducidos a una base militar o un centro médico asegurado dentro de Israel.
Allí les espera un equipo multidisciplinario de médicos, psicólogos y personal de inteligencia. Se les proporciona ropa limpia, comida y se les realiza un chequeo médico completo. Se prevé que oficiales de seguridad realicen un primer interrogatorio para obtener información valiosa sobre otros rehenes y las condiciones del cautiverio.
La portavoz del gobierno israelí, Shosh Bedrosian, detalló este domingo que diez de los rehenes serán transferidos al Hospital Sheba, cinco al Beilinson y otros cinco al Ichilov, todos en urbes de la periferia de Tel Aviv.
El paso final es la reunión con sus familiares en un entorno controlado dentro del mismo centro médico o base militar. Este momento marca el fin de la operación de traslado.
Sobre los 28 rehenes muertos, la portavoz no detalló si su entrega será simultánea o justo después del retorno de los vivos, pero sí que dijo que la Cruz Roja entregará los restos mortales a las tropas en Gaza, y que dentro del enclave palestino tendrán lugar una "breve ceremonia" y rezo judíos.
Hay que recordar que se trata de un intercambio, dado que Israel deberá entregar prisioneros palestinos para dar trámite a este punto de los 20 que, se supone, debe derivar en la finalización de la violencia entre los bandos.
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