Así se ha expandido la viruela del mono por América Latina y el resto del continente

Hace casi 15 días Europa y Estados Unidos recibieron alertas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la expansión de la viruela del mono, una enfermedad que es menos contagiosa y fatal que el covid-19, de la que además existen las vacunas. Hasta ahora la mayoría de países de la zona euro tienen niveles menores a 10 casos, mientras que en América, Canadá ha confirmado el número más alto de pacientes enfermos con 26 personas al corte del 31 de mayo.

Estados Unidos aún se estima que se mantiene por debajo del nivel de 20 contagiados, pero en América Latina ya aparecieron los primeros casos. Argentina confirmó el pasado 27 de mayo a un paciente con la enfermedad, mientras que el fin de semana México fue el segundo, siendo así, los dos países de la región por donde se ha movido el virus, en ambos escenarios por supuestos contagios a causa de viajes internacionales.

En Perú se estudia a un hombre de 70 años que estuvo en contacto con ciudadanos de varios países en un evento en Ecuador.

La OMS ha insistido en que no deben haber llamados al caos, pues se trata de una enfermedad conocida. Después de un período de incubación de generalmente una o dos semanas, el virus generalmente comienza con fiebre, dolores musculares, fatiga y otros síntomas similares a los de la gripa. A diferencia de la viruela, la viruela del mono también causa inflamación de los ganglios linfáticos. A los pocos días del inicio de la fiebre, los pacientes desarrollan un sarpullido, que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo.

Las lesiones crecen hasta convertirse en pústulas que contienen líquido y forman una costra. Si se forma una lesión en el ojo, puede causar ceguera. La enfermedad suele durar de dos a cuatro semanas, según la OMS. La persona es contagiosa desde el momento en que comienzan los síntomas hasta que las costras se caen y las llagas sanan. La mortalidad es mayor entre los niños y los adultos jóvenes, y las personas cuyo sistema inmunitario está comprometido corren un riesgo especial de sufrir una enfermedad grave.

La viruela del mono no se propaga fácilmente entre las personas. El contacto con el virus de un animal, humano u objeto contaminado es la vía principal. El virus ingresa al cuerpo a través de la piel lesionada, las vías respiratorias o las membranas mucosas de los ojos, la nariz o la boca.