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La canciller dijo que el principio de solidaridad entre los estados miembro de la zona euro no debería convertir al bloque en una unión que comparte deudas.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, descartó un alivio crediticio para Italia, diciendo en una entrevista publicada el domingo que el principio de solidaridad entre los estados miembro de la zona euro no debería convertir al bloque en una unión que comparte deudas.
En una entrevista con el periódico Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung, Merkel también abrazó algunas de las ideas del presidente de Francia, Emmanuel Macron, respecto a una mayor solidaridad en la zona euro y en la Unión Europea.
La canciller dijo que mientras la cohesión entre los miembros del bloque monetario era importante, "la solidaridad entre los socios del euro no debería llevar nunca a una unión de deuda, debería ser más acerca de ayudar a otros a ayudarse a si mismos".
Merkel hizo estos comentarios cuando se le preguntó sobre un reporte de que los partidos que integran la flamante coalición de gobierno italiana, el Movimiento 5 Estrellas y el ultra derechista Liga, habían planeado pedir al Banco Central Europeo que condonará 250.000 millones de euros (296.000 millones de dólares) de deuda italiana.
Una coalición formada por esos dos partidos, considerados euroescépticos, asumió el viernes el Gobierno italiano y calmó a los mercados, asustados por la posibilidad de una nueva elección que podría haber convertido de hecho en un referendo sobre la permanencia del país en la zona euro.
"Me acercaré al nuevo Gobierno italiano abiertamente y trabajaré con ellos en lugar de especular sobre sus intenciones", dijo Merkel en la entrevista publicada el domingo.
FONDO MONETARIO EUROPEO
Varios comentarios de Merkel fueron la respuesta más detallada a las ideas de Macron para reformar Europa, buscando evitar un distanciamiento con Francia en momentos de gran ansiedad en el continente a partir de la situación en Italia y las crecientes tensiones con Estados Unidos.
La oficina del presidente francés recibió con agrado los comentarios de Merkel, diciendo que fue un movimiento positivo que atestigua el compromiso europeo de la canciller alemana.
Merkel apoyó la idea de convertir al fondo de rescate de la zona euro ESM (sigla en inglés del Mecanismo de Estabilidad Europeo) en un Fondo Monetario Europeo (FME) con poder para otorgar líneas de crédito de corto plazo a miembros que atraviesan problemas de deuda soberana.
Macron quiere que el futuro FME actúe como amortiguador en cualquier crisis financiera futura en el bloque, que casi se desmiembra en la crisis de deuda del 2009.
Merkel, criticada por no haber respondido rápida y claramente a las propuestas que Macron hizo en septiembre, dijo que el ESM no era suficiente para blindar a la zona euro de una crisis
"Si la zona euro en su conjunto está en peligro, el FME debe ser capaz de garantizar crédito a largo plazo con el objetivo de ayudar a los países", dijo Merkel en la entrevista. "Esos préstamos se extenderían por 30 años y estarían condicionados a amplias reformas estructurales", agregó.
En otro guiño a Macron, Merkel dijo que tenía una "visión positiva" de su fuerza europea de intervención militar conjunta. "En el futuro tendremos que reaccionar a los desafios con los que nos enfrentemos", indicó.
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