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Los aumentos en los suministros por parte de países de América representarían un cambio en el mercado global petrolero incluso al nivel de los países más fuertes
Por primera vez en al menos dos años, América será el mayor impulsor del crecimiento de la producción de petróleo del mundo, mientras que la Opep la recorta.
Los productores del hemisferio occidental agregarán más de 1,6 millones de barriles por día de nuevo suministro este año, alejando el equilibrio del crecimiento del cartel que, hasta este año, lideró las ganancias de producción mundial, según la Administración de Información de Energía. Y ese crecimiento no solo provendrá de los productores de esquisto de EE.UU., que durante mucho tiempo han competido con la Opep por la participación de mercado, sino de campos en América del Sur e incluso Canadá que no se pueden apagar fácilmente cuando bajan los precios.
Esa nueva producción compensará casi por completo los recortes de producción que la Opep, e incluso su aliado Rusia, están realizando a partir de mayo mientras buscan apuntalar los precios mundiales del petróleo. “El hemisferio occidental es la fuente de suministro segura que el mundo necesita a mediano plazo para evitar que los precios del petróleo se disparen por las nubes”, dijo Schreiner Parker, director para América Latina de Rystad Energy. “Brasil, México, Guyana, Argentina e incluso Venezuela verán aumentos de producción este año que ayudarán a apuntalar el suministro frente a los continuos recortes de la Opep”.
El crecimiento continuará hasta 2024, cuando los productores del hemisferio occidental agregarán otro millón de barriles por día de suministro de crudo, según la EIA.
Sin duda, la falta de crecimiento de la Opep es deliberada y no significa que el cártel ejercerá menos poder. Pero la nueva producción de las Américas desencadenará otros cambios en el mercado global.
La mayor parte del crecimiento en la región se dará en los petróleos de densidad liviana y media, lo que podría elevar el precio de los crudos pesados que muchas refinerías están optimizadas para procesar, según Antoine Halff, exjefe de analistas de petróleo de la Agencia Internacional de Energía, ahora con el Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia. Y debido a que alrededor de 20% del nuevo suministro provendrá de proyectos en alta mar que bombean las 24 horas, un exceso de suministro regional es una posibilidad real si la demanda de petróleo no aumenta drásticamente a finales de este año. La construcción, en otras palabras, será “impermeable a la economía y la política”, dijo Parker de Rystad.
“El hemisferio occidental es la fuente de suministro segura que el mundo necesita a mediano plazo para evitar que los precios del petróleo se disparen por las nubes”.
Solo la cuenca del Pérmico agregará el equivalente a la producción total de Irán hasta 2030 y crecerá más que cualquier otra región este año y el próximo, según la EIA y la Agencia Internacional de Energía. Pero ese crecimiento en el petróleo ligero y dulce se medirá, ya que los productores de esquisto se centran más en mantener ingresos estables que en extraer más petróleo.
Por su lado, el petróleo canadiense es adecuado para las refinerías en el medio oeste de los EE.UU. que están equipadas para manejar el crudo fangoso producido en las arenas bituminosas, pues los crudos pesados generalmente necesitan pasos de refinación adicionales.
La Agencia Internacional de Energía espera que Brasil agregue 300.000 barriles por día este año de gigantes petroleros de producción que extraen un grado medio de petróleo crudo de campos de aguas profundas, incluidos Tupi, Buzios y Mero.
Cada buque en alta mar cuesta alrededor de US$2.000 millones y los operadores los ponen a trabajar tan pronto como terminan para comenzar a pagar los costos de construcción. Como resultado, a fines de este año, Brasil podría estar brindando alivio a los consumidores de petróleo presionados o inundando una economía global débil con excedentes de barriles.
Dicho esto, estos proyectos masivos son propensos a demoras, ya que Petrobras pospuso el mes pasado la fecha de inicio. La EIA, por lo tanto, espera que la producción crezca en unos 200.000 barriles por día más modestos este año.
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