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López Obrador pone la mira en una industria que utiliza los menguantes recursos hídricos mientras la población local sufre
El presidente Andrés Manuel López Obrador eligió la semana pasada una causa inusual para mejorar sus credenciales nacionalistas: el gusto de EEUU por la cerveza mexicana.
El líder mexicano exigió que se detenga la fabricación de cerveza en el norte del país, una región muy afectada por la sequía, y criticó el modelo de negocio que consiste en fabricar bebidas alcohólicas con agua extraída de mantos acuíferos cada vez más escasos para satisfacer la sed del otro lado de la frontera entre México y EEUU.
Les pidió a los fabricantes de cerveza que produzcan su cerveza en el sur, con abundantes recursos hídricos, y les ofreció "apoyo total" a quienes lo hagan. "No es decir 'ya no vamos a producir cerveza', es decir: 'no se va a producir cerveza en el norte'", dijo López Obrador el pasado lunes.
México se ha convertido en la última década en uno de los mayores exportadores de cerveza del mundo gracias a la popularidad de marcas como Corona, Modelo y Dos Equis. El país exportó cerveza por valor de casi US$ 5 mil millones en 2019, según el organismo estatal de estadística Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente el 94% de ella a EEUU.
Sin embargo, el norte de México, que alberga una gran cantidad de grandes cervecerías operadas por Constellation Brands, AB InBev y Heineken, entre otras, se está viendo afectado por una de las sequías más graves que se recuerdan.
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) dijo que el 41% de México estaba ahora padeciendo de sequía, en comparación con menos de una cuarta parte el año pasado por estas fechas. Gonzalo Hatch Kuri, profesor de geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo: "Toda la lluvia que se produce ahora durante la temporada de lluvia cae en uno o dos días. Y en la estación seca las condiciones de sequía son muy duras".
Alrededor de la ciudad industrial de Monterrey, al norte del país, los embalses se han evaporado y se han secado las llaves, lo cual ha obligado a algunos residentes a hacer cola con cubetas para recibir los camiones cisterna que reparten suministros frescos.
"Hemos llegado a estar hasta dos meses sin agua", dijo Brenda Sánchez, una maestra que vive en las afueras de la ciudad.
La familia de Sánchez cocina, lava y se baña con el agua que acarrean desde un paradero semanal de camiones cisterna. Los ánimos se caldean a menudo, dijo, y los residentes se pelean por el agua y bloquean las carreteras con la intención de obligar al gobierno a tomar el problema más en serio.
Las preguntas incómodas sobre la desigualdad del agua a menudo aparecen en las redes sociales en Monterrey, y las historias de despilfarro se vuelven virales. La semana pasada, las autoridades locales anunciaron que investigarían si un barrio de la ciudad con jardines y piscinas especialmente extravagantes se abastecía de conexiones de agua ilegales. Suburbios ricos como San Pedro Garza García también se han librado de lo peor de la escasez de agua.
Los funcionarios locales "no se atreverían a incomodar a los empresarios que viven en San Pedro", dijo Bárbara González, comentarista política de la ciudad.
Desarrollo industrial
La industria cervecera de Monterrey se desarrolló en torno a la Cervecería Cuauhtémoc, que se fundó a finales del siglo XIX. Ahora es propiedad de Heineken. Las embotelladoras de Coca-Cola Femsa y Arca Continental tienen su sede en Monterrey, mientras que el agua con gas Topo Chico, propiedad de Coca-Cola, se extrae de un manantial de la ciudad.
Los usuarios industriales han podido operar sin interrupciones a pesar de la escasez de agua, según los activistas. Dicen que las industrias suelen tener sus propios pozos con permisos de la CONAGUA que a veces datan de hace décadas.
"Que la industria no se vea afectada me hace pensar que la disponibilidad de agua subterránea no está en crisis", dijo Antonio Hernández, un activista local.
López Obrador ha cuestionado la prioridad que se le ha dado a la industria. "En una situación de emergencia se tiene que priorizar y atender primero a la gente, no el agua para las empresas", dijo en junio.
Sin embargo, Aldo Iván Ramírez, profesor de ingeniería del Tecnológico de Monterrey que trabajó en el reciente plan hídrico del gobierno estatal, dijo que la industria consumía menos del 5% del agua en el estado de Nuevo León, del cual Monterrey es la capital.
"La mayoría de estas grandes compañías industriales tienen sus propios pozos. No se abastecen de la red municipal", dijo.
La cámara industrial local CAINTRA (Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León) dijo en un comunicado que la industria había cedido temporalmente unos 25 millones de metros cúbicos de agua para ayudar a la ciudad, mientras las compañías perforan y mejoran los pozos para uso público.
A pesar de ello, Rodolfo Fernández, un arquitecto y profesor que vive en Monterrey, dijo que el agua de la llave sólo llegaba a su casa aproximadamente cada tres días, e incluso entonces sólo durante unas horas.
Sin embargo, nunca le faltó agua para mezclar el cemento en las obras de sus proyectos. "Las compañías que nos abastecen de agua potable siguen dando el mismo servicio", dijo Fernández. "Tienen formas de conseguirla".
Batalla de años
López Obrador ya ha dirigido su ira contra los fabricantes de cerveza, incluso en 2020, cuando sometió a votación la construcción de una planta de Constellation Brands en la ciudad fronteriza de Mexicali. El permiso para seguir construyendo una instalación que ya estaba en marcha fue rechazado, aunque sólo el 4,6% de los residentes acudió a votar.
Constellation Brands negó que sus operaciones cerveceras sobreexplotaran los escasos recursos hídricos del país. "Andrés Manuel López Obrador y el gobierno mexicano han expresado su pleno apoyo a nuestros actuales planes de operación de cervecerías en México", dijo la compañía en un comunicado. A principios de este año anunció sus planes de construir una nueva cervecería cerca de la ciudad suroriental de Veracruz.
Alan Alanis, estratega principal de valores para América Latina y México del Banco Santander, dijo: "Creemos que los responsables políticos tienen la intención de dificultar la obtención de nuevos permisos de agua, especialmente los de producción en el norte", aunque esto "no significa necesariamente el cese o siquiera la restricción de la producción actual".
El plan era "promover la inversión en otras regiones de México, como hicieron con Constellation Brands en Veracruz", añadió.
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