AB InBev y SABMiller, a un paso del acuerdo del año

Lo anterior, luego de que el pasado 16 de septiembre  se supiera que AB InBev  tiene la intención de comprar a SABMiller  por una cifra que ronda los US$109.000 millones. Esta transacción, de acuerdo con el jurista en procesos de mercado Alberto Ponce será recordada en la historia, “por lo menos de 2015, como el acuerdo del año, dado su valor económico y lo que representa para el mundo”. 

Sin embargo, mucho se ha dicho de las demoras en la legalización del acuerdo ante las autoridades reguladoras británicas, pues inicialmente tras aceptar la compra, SABMiller tenía hasta el 28 de octubre para radicar la oferta. Cumplido el plazo, se puso otro límite hasta el pasado 4 de noviembre, día en el que tampoco hubo legalización y se recurrió a un prórroga que vence mañana, 11 de noviembre. 

¿Pero a qué se debe el aplazamiento de las fechas?, entre otras cosas, a los requerimientos de la ley bursátil británica, que será la que finalmente  dé el avala la transacción, y es que las autoridades del Reino Unido vigilarán con lupa cada parágrafo del acuerdo, pues hay muchas variables a tener en cuenta en la implementación, que van desde los  impuestos “hasta el trabajo quisquilloso de los abogados de cada firma”, agregó Ponce.

Negocio no solo económico
Otro de los motivos de la demora va más allá de presentar un informe completo a los veedores británicos, ya que después de todo el acuerdo no solo va mostrar cambios en Londres sino en la forma de consumir cerveza en el mundo. 

Un ejemplo claro, lo recordó el experto en empresas Carlos Rodríguez, quien comentó que hoy en día en países como Panamá, un porcentaje del mercado está en manos de AB InBev por la distribución de productos como las cervezas Budweiser, y Corona, mientras que 78% restante,  está en poder de Bavaria, con licores colombianos, propiedad de la hoy protagonista familia Santo Domingo, que es la dueña de 14% del paquete accionario de SABMiller.

Es decir, que por lo menos  98% del mercado se concentraría en una sola firma, lo cual en diferentes países del mundo va en contravía de la normatividad antimonopolio. 

De igual manera va a suceder al otro lado del océano, pues ambas firmas se dividen el control del mercado africano, y con la adquisición de SABMiller, AB InBev podría cumplir uno de sus grandes anhelos y apoderarse del mercado de Sudáfrica. 

 “Hay demasiadas reglamentaciones a nivel global con respecto a las posiciones que juegan cada uno de los diferentes mercados, y eso es algo con lo que la unión de las dos firmas debe lidiar en todos los continentes”, agregó Rodríguez. 

Por lo pronto, las dos firmas han asegurado públicamente que han realizado progresos en el acuerdo de los términos, y lo que más tiempo ha consumido es llegar a  concluir las discusiones y cumplir las precondiciones que deben ser  estudiadas por los abogados de ambas partes. 

Esta no es una tarea nada fácil, teniendo en cuenta que AB InBev busca tomar la sartén por el mango en un mercado donde mundialmente las  latas de cerveza facturan US$150.000 millones al año, de los cuales 30,5% quedarían en manos de uno solo de los grandes productores. 

Maquinaria cervecera
Después de darse la compra de SABMiller, “en una misma      nevera” estarían las marcas de cerveza Budweiser, Corona y Stella Artois, productos de Ab InBEv, y Foster’s, Grolsch, Peroni y Pilsner Urquell, en poder de SABMiller, segunda empresa del sector y propietaria de Bavaria  Colombia. Por esta razón se calcula que una de cada tres cervezas consumidas en el mundo serían vendidas por AB InvBev. Para muchos, el acuerdo del año podría representar un monopolio de la cerveza en diferentes continentes del planeta.

Carlos Rodríguez
Experto en empresas 
“Ya hay acuerdos de voluntades entre los socios mayoritarios de ambas partes, eso es fundamental, ya simplemente es llegar a los acuerdos finales para ver el humo blanco”. 

Francisco cubillos
Docente de administración de empresas, Universidad del Rosario 
“Es un negocio que involucra a las firmas cerveceras más importantes en el mundo,  no había antes en el sector una operación de ese estándar tan alto y significativo”.