BP cambia de estrategia y opta por reducir gasto en renovables y duplicar el de fósiles

BP Plc anunció un importante giro hacia su negocio principal de petróleo y gas y prometió vender activos y reducir el gasto, pero las acciones cayeron porque la compañía recortó drásticamente las recompras.

En una actualización de estrategia muy esperada, el director ejecutivo de BP, Murray Auchincloss, descartó un plan de reducción de la producción de petróleo y gas y se comprometió a aumentar ligeramente la producción en su lugar. También redujo la inversión en energía renovable y comenzó una revisión estratégica del negocio de lubricantes Castrol, que podría valer hasta US$10.000 millones si se vendiera.

Los cambios tienen como objetivo atraer a los accionistas descontentos, entre los que se incluye el activista Elliott Investment Management, pero el director ejecutivo se vio obligado a reducir el ritmo de las recompras de acciones, que son una parte clave del atractivo de la industria para los inversores. Mientras que los pares de BP mantienen los pagos en el próximo año, la empresa con sede en Londres reducirá sus recompras trimestrales a no más de US$1.000 millones, por debajo de los 1.750 millones de dólares anteriores.

Las acciones de la compañía cayeron un 0,9% a 432,9 peniques a las 11:04 am en las operaciones de Londres.

BP ha estado bajo intensa presión desde que Bloomberg informó a principios de este mes que Elliott había acumulado una participación por valor de casi US$5.000 millones. El próximo paso del inversor activista, que es conocido por sus tácticas agresivas y que ha estado exigiendo un cambio drástico, incluida una salida más amplia de la energía baja en carbono, dependerá de si las promesas de Auchincloss llegan lo suficientemente lejos.

Tras 13 meses como CEO, este es el primer gran cambio de dirección que lleva a cabo Auchincloss. Ascendió al puesto más alto prometiendo continuar la rápida transición hacia una energía baja en carbono iniciada por su predecesor, Bernard Looney. Pero tras una caída de 16% en las acciones el año pasado, se comprometió a "reiniciar fundamentalmente" la estrategia de la empresa.

“Hemos elaborado algo muy atractivo, que es una estrategia de reinicio centrada en el crecimiento del sector upstream” y, al mismo tiempo, en recortar el gasto en otras áreas para ayudar a fortalecer el balance de BP, dijo Auchincloss en una entrevista. “Creo que, a largo plazo, a los inversores les encantará esto”.

BP aumentará la inversión en petróleo y gas a unos US$10.000 millones al año, con la intención de aumentar la producción a entre 2,3 y 2,5 millones de barriles de petróleo equivalente al día para 2030. Su objetivo anterior era una reducción de la producción de 25% al ​​final de la década, en comparación con los niveles de 2019.

La compañía reducirá la inversión anual en energía baja en carbono a entre US41.500 y US$2.000 millones, unos US$5.000 millones menos que su previsión anterior. BP seguirá realizando inversiones “selectivas” en biogás, biocombustibles y recarga de vehículos eléctricos.

Tiene previsto vender unos US$20.000 millones en activos para finales de 2027, lo que contribuiría a reducir la deuda neta a entre 14.000 y 18.000 millones, en comparación con casi 23.000 millones de dólares a finales del año pasado.

Dos de los nuevos objetivos clave de BP son aumentar el flujo de caja en más de un 20% anual hasta 2027, lo que elevaría la rentabilidad del capital empleado promedio ese año por encima del 16%. Eso requiere un precio del crudo Brent de 70 dólares el barril y un precio del gas natural estadounidense de 4 dólares por millón de Btu, no muy por debajo de los niveles actuales.

“El reenfoque en los hidrocarburos es positivo para BP, como lo es el menor gasto general” y las ventas de activos, dijo en una nota el analista de Morningstar Allen Good. “Sin embargo, todavía hay poco crecimiento de la producción, si es que hay alguno, y la tasa de recompra de BP se ha reducido materialmente”.

Si Elliott no está satisfecho con las medidas de BP, el fondo de cobertura podría presionar para que se produzcan cambios en la junta directiva y la administración, dijeron a Bloomberg a principios de esta semana personas familiarizadas con el asunto. El presidente Helge Lund, conocido por ser uno de los principales promotores de la ahora criticada estrategia de cero emisiones netas de la empresa, podría verse sometido a una presión especial.

“El directorio cree que este es un importante reinicio estratégico para BP y confía en que, junto con una gestión rigurosa del desempeño, generará un mejor desempeño y un valor sostenible para los accionistas de BP”, dijo Lund en el comunicado.