En 2019 la OMS reconoce el potencial terapéutico del cannabis y los cannabinoides al recomendar la modificación de su clasificación en los convenios internacionales, recomendación que pasa a ser realidad en 2020 con la reclasificación de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND) en la que retira el cannabis de la Lista IV (que incluye las sustancias más peligrosas sin valor medicinal) y la incluye en la Lista I de compuestos con propiedades terapéuticas reconocidas.
Colombia es un país pionero en material regulatoria, con vocación productora y un sector agro internacionalmente reconocido, que tiene un gran potencial.
Según proyecciones de ProColombia:
- A 2021 la inversión extranjera directa en la industria del cannabis medicinal alcanzó un valor cercano a los USD 292 millones, siendo Canadá el principal país inversionista, destinando recursos para 9 proyectos*.
- Entre 2022 y 2030 la industria tendría exportaciones por más de US$1.700 millones y 44.000 nuevos empleos.
En el mundo, 55 países ya disponen de una legislación que permite el acceso de los pacientes a productos de cannabis para uso médico.
Según informes de la industria, existen alrededor de 1.200 millones de personas en el mundo con condiciones de salud para las que el cannabis ha demostrado valor terapéutico.
La adopción del tratamiento con cannabis medicinal, incluso por una pequeña fracción de esa población, creará un mercado masivo con un impacto social en salud de gran importancia.
