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Ahora que el Banco Central Europeo es el principal supervisor financiero de la zona del euro, se hace hincapié en que las entidades crediticias sean menos y estén mejor administradas.
Los bancos de la zona del euro tienen más activos -alrededor de US$17 billones- que casi todo otro grupo monetario que sigue el Índice Bloomberg World Banks, pero se cuentan entre los menos rentables.
La confrontación entre Grecia y otros países de la zona del euro es sólo la última crisis que afecta a la región en momentos en que las entidades crediticias se encuentran ante ganancias en declinación y exigencias de regulación más estrictas.
Los bancos no pueden hacer más que reducir costos, lo que hace que la consolidación sea necesaria para incrementar los retornos, dijo Cyril Meilland, un analista de Kepler Cheuvreux. Dado que ya se han completado las pruebas de resistencia del BCE a las principales instituciones, la incertidumbre en cuanto a regulación que llevó a los compradores a mantenerse al margen el año pasado ha comenzado a desvanecerse.
Instituciones como la entidad crediticia italiana Banca Monte dei Paschi di Siena SpA y hasta el alemán Commerzbank AG, una de las grandes firmas financieras más baratas, ahora podrían convertirse en candidatas a fusiones.
“Las instituciones financieras de Europa analizan qué pueden hacer para mejorar la rentabilidad en un contexto de crecimiento lento y tasas bajas”, dijo Isabelle Seillier, jefa de instituciones financieras en la región de JPMorgan Chase Co.
El caos económico y de regulación limitó el año pasado la cantidad de adquisiciones bancarias de la zona del euro a alrededor de 30 -la menor cantidad desde por lo menos 2003- a pesar de que la actividad global de transacciones crecía, según datos que recopiló Bloomberg. Este año las cosas podrían empezar a mejorar. El BCE tiene ahora la responsabilidad directa de monitorear los bancos más grandes de la región con el fin de estandarizar y agilizar las regulaciones.
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