El ahorro más que el microcrédito debe ser el fundamento de las microfinanzas

Hablar de microfinanzas no solo se refiere a microcrédito o préstamos a las personas que más lo necesitan. También se trata de ahorro, pues esto es el elemento fundamental para que quienes no estén en el sistema financiero puedan entrar sin dificultad y creen una conciencia del manejo financiero.

Para Fernando Pineda Otálora, vicepresidente comercial del Banco de Bogotá, “el banco desde que inició el modelo de microfinanzas ha beneficiado más de 62.000 familias de estratos 1, 2 y 3, no solo con el otorgamiento de más de 105.000 microcréditos, sino con soluciones financieras de ahorro”.

En el país, según datos de la Superintendencia Financiera, al término de junio de este año, la tasa de crecimiento real anual de esta modalidad se ubicó en 10,68%, al alcanzar un saldo total de $8,77 billones y donde la cartera estuvo representada en 26,12% en créditos que van de 25 hasta 120 salarios mínimos y 73,88% en créditos inferiores o iguales a 25 salarios mínimos.

Es por esto que la importancia del ahorro dentro del modelo de este tipo de créditos es fundamental. Esto lo explica Liza Guzmán, vicepresidente de la división de proyectos de la ONG Acción Internacional. “El hecho de enseñarles a las personas a construir un ahorro o brindarles educación financiera los convertirá más adelante en sujetos inteligentes de crédito”.

De hecho, para ir más allá, no solo sería importante suministrar entrenamiento en el manejo del dinero o facilitar programas exclusivamente en lo concerniente al ahorro y el crédito. También es importante “incluir un paquete que con actividades relacionadas con la salud, los seguros, la planificación familiar, el acceso a remesas o la producción y distribución de bienes. Estas ayudas hacen que se forme una identidad colectiva que ayuda a la sostentabilidad del microcrédito porque hace que los beneficiarios se identifiquen con el esquema dando mayor compromiso”, aclara Alberto Martínez, especialista en microfinanzas.

Esto se corrobora con la tendencia a la baja de la tasa de crecimiento de la cartera vencida en la mayor parte del primer semestre del año, en particular, su variación real de 32,74% fue menor a la observada en diciembre de 2013. Es por esto, que es importante que los “servicios ofrecidos satisfagan las necesidades del grupo para que se empiecen a crear nuevas líneas de negocio”, termina Guzmán.

Educar y trascender en la comunicación
Para Liza Guzmán, las instituciones se quedan en crear el producto y el canal perfecto, pero hace falta una comunicación adecuada. La tarea de las entidades financieras es trabajar para que las personas vean y descubran los beneficios que tiene ahorrar en un banco o adquirir servicios financieros. “No es únicamente comunicar los atributos de los productos sino en invitar a las personas a adoptarlos, porque de nada sirve tener un canal móvil o que todo se pueda hacer por el celular, si las instituciones no hacen que la comunicación incentive a las personas a adaptar el uso de los productos”, dice.

Las Opiniones

Liza Guzmán
Vicepresidente de proyectos de Acción Internacional
“Las entidades financieras pueden mejorar su oferta para atender a la población más necesitada tomando como ejemplo la experiencia de otras entidades líderes en la región”.

Fernando Pineda Otálora
Vicepresidente Comercial del Banco de Bogotá
“Con el modelo que une las soluciones financieras de ahorro y el otorgamiento de más microcréditos hacemos presencia en más de 500 municipios a nivel nacional”.