El primer paso hacia la sostenibilidad empresarial: más simple de lo que se piensa

Directora Animal Bank – Socia Grupo Portafolio Verde

Como directora del Animal Bank y socia de Portafolio Verde, he sido testigo de una confesión recurrente entre empresarios: “Quiero que mi empresa sea sostenible, pero no sé por dónde empezar”. La respuesta es más sencilla de lo que se puedan llegar a imaginar.

En Portafolio Verde llevamos dos décadas transformando organizaciones. Hemos comprendido que la sostenibilidad no constituye un destino, sino un camino que inicia con una decisión estratégica: reconceptualizar los desafíos ambientales, de gobernanza y sociales no como obstáculos, sino como catalizadores de innovación y crecimiento exponencial.

Desde Animal Bank -nuestra unidad estratégica de conservación de biodiversidad- hemos demostrado que es posible preservar el capital natural mientras se genera valor económico tangible para las empresas.

Colaboramos con organizaciones que han convertido la protección de especies en su ventaja competitiva diferencial, desarrollando modelos de negocio innovadores que abarcan desde el ecoturismo de alto impacto hasta productos con una certificación de impacto positivo verificable.

Colombia representa una oportunidad única en el escenario global: somos el país más biodiverso por kilómetro cuadrado del planeta, albergando 10% de la biodiversidad mundial en apenas 0,7% de la superficie terrestre, con más de 56.000 especies registradas.

Ostentamos el liderazgo mundial en aves, anfibios y orquídeas. Esta megabiodiversidad constituye nuestro activo estratégico más valioso y nuestra mayor oportunidad de diferenciación competitiva.

Las organizaciones que comprendan esta realidad primero liderarán la próxima revolución empresarial. El secreto radica en optimizar los recursos existentes. No requieren inversiones millonarias para iniciar su transformación sostenible.

Pueden comenzar cuantificando su huella de carbono, implementando programas de eficiencia energética, desarrollando modelos de economía circular, o forjando alianzas estratégicas con comunidades locales donde tienen impacto.

En Portafolio Verde hemos desarrollado herramientas propietarias como la Calculadora de Huella de Carbono (CHC) y nuestra Suite de Sostenibilidad, que permiten a cualquier empresa -independientemente de su escala- gestionar sus impactos de manera intuitiva y efectiva.

Lo que más me inspira es presenciar cómo las empresas descubren que la sostenibilidad no representa un gasto, sino una inversión que genera valor distribuido entre todas las partes interesadas, retornando multiplicado a la organización.

Nuestros clientes y aliados han accedido a mercados emergentes, optimizado estructuras de costos, fortalecido su capital humano y, fundamentalmente, han construido un legado que trasciende más allá de las utilidades financieras.

El componente social siempre debe estar presente, considerar todos los grupos de interés, comenzando por los colaboradores y extendiendo el radio hacia los clientes, proveedores, comunidades aledañas, accionistas, gobiernos, colegas, aliados, academia, medios de comunicación, y demás grupos interesados.

Esto es importante no solo por la gestión del relacionamiento, sino también por el gran poder de la comunicación, la cual logra el “compartir para inspirar”, una acción que (en mi concepto) estamos llamados todos a hacer en tiempos de urgencia en cuanto al Desarrollo Sostenible y la Acción Climática.

A propósito, los ODS son cada vez más relevantes, en la medida que nos acercamos a la fecha límite de su cumplimiento, que es el año 2030. En cuanto a la empresa privada, la adhesión genuina al Pacto Global trasciende los compromisos éticos: representan rutas validadas hacia la competitividad del siglo XXI. El planeta demanda empresarios visionarios que transformen sus organizaciones en motores de cambio sistémico positivo.