El turismo y el bienestar ganan fuerza con aportes de las cajas

Las cajas de compensación familiar se han consolidado como un actor clave en la promoción del turismo social en Colombia. Más allá de su papel tradicional en subsidios y servicios laborales, estas entidades se han convertido en verdaderos dinamizadores del ocio y la recreación, permitiendo que millones de trabajadores y sus familias accedan a experiencias de descanso y cultura con tarifas preferenciales.

De acuerdo con cifras de la Superintendencia del Subsidio Familiar y Asocajas, el sistema de cajas registró en 2025 más de 10,6 millones de afiliados y 21 millones de beneficiarios en todo el país, con 831.000 empresas aportantes.

Entre las entidades más activas está Comfama, que amplió su oferta a más de 400 planes turísticos activos en 2025. Su portafolio incluye excursiones familiares, pasadías culturales, experiencias de naturaleza y los programas “Supervacaciones”, dirigidos a más de 50.000 niños y jóvenes cada año durante las temporadas escolares.

Además, mantiene convenios con más de 250 hoteles y operadores aliados, cubriendo destinos en Antioquia, el Eje Cafetero y Llanos Orientales. “Democratizar el acceso al ocio y al descanso es parte de nuestra esencia”, señalan desde la entidad.

“Todo el tiempo tenemos programación que pasa por diferentes temáticas como lo son el cine, la literatura, la música, el teatro, la danza, la regeneración y la sostenibilidad o la vivienda”, mencionó David Escobar, director de Comfama.

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En la región Caribe, Comfamiliar Atlántico continúa fortaleciendo su agencia de viajes, con un crecimiento cercano a 20% en reservas durante el último año.

En 2024 más de 70.000 afiliados participaron en sus planes turísticos, que incluyen paquetes a Cartagena, Barú, Islas del Rosario, Santa Marta y Coveñas, así como excursiones internacionales a Panamá y República Dominicana. También ofrecen cruceros por el Caribe, caminatas ecológicas, experiencias culturales y planes románticos de fin de semana.

Por su parte, Comfacundi ha apostado por diversificar su portafolio con líneas de ecoturismo, turismo educativo y viajes internacionales. Durante 2024 movilizó a más de 12.000 estudiantes en sus programas escolares con enfoque ambiental y cultural, además de abrir rutas a destinos como Turquía, México y Perú. Este año, la caja proyecta un aumento de 25 % en salidas internacionales, impulsado por la reactivación del turismo grupal y empresarial.

En el Eje Cafetero, Comfamiliar Risaralda -cuya agencia está certificada por Iata- ha consolidado una oferta turística basada en el Paisaje Cultural Cafetero. Sus planes más solicitados incluyen recorridos por Salento, Santa Rosa de Cabal y los Termales de San Vicente, combinando naturaleza, bienestar y gastronomía. La entidad también participa en la red nacional “Cajas sin Fronteras”, que permite a los afiliados disfrutar de centros vacacionales de otras cajas del país, ampliando la cobertura y conectividad interregional.

El turismo social ha tenido un repunte sostenido: según proyecciones del sector, más de 620.000 personas disfrutaron de los servicios turísticos y vacacionales de las cajas durante 2024, y se espera que la cifra supere las 700.000 en 2025, con una participación mayoritaria de afiliados de categorías A y B (trabajadores con ingresos de hasta cuatro salarios mínimos). Esto confirma el papel de las cajas como promotoras de inclusión en el acceso al descanso y la recreación.

Otro eje clave es la sostenibilidad. Centros vacacionales como La Estrella (Comfama), Lagomar (Comfamiliar Cartagena) y Santa Rosa EcoParque (Comfamiliar Risaralda) han implementado políticas de gestión ambiental, uso de energías limpias, reducción de plásticos y programas de educación ecológica. Estas acciones están alineadas con los objetivos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, que promueve prácticas responsables y sostenibles en la cadena turística.

El fortalecimiento de los planes turísticos de las cajas demuestra que el turismo social se consolida como una herramienta de bienestar integral y cohesión territorial. En un país donde el descanso aún es un lujo para muchos, las cajas de compensación han logrado convertirlo en un derecho accesible.