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Las universidades deben analizar cómo desarrollar sus procesos de aprendizaje y cambios en los modelos de educación para responder con mayor pertinencia a los desafíos del país
El uso activo de la infraestructura como parte de los procesos de aprendizaje es una estrategia que algunas universidades han seguido desde hace varias décadas
Diferentes autores nos hablan acerca de la importancia de desarrollar procesos de innovación con equipos heterogéneos que se caractericen por sus múltiples orígenes, costumbres y formaciones, en los que prime el respeto por los puntos de vista y en los que la diversidad de opiniones se convierta en una melodía organizada que traiga consigo el nuevo mensaje de una idea disruptiva.
Traer esta característica de las organizaciones innovadoras a la Educación Superior forma parte de los retos que tienen las universidades para transformarse y responder a los cambios y nuevos requerimientos de formación de la sociedad.
El educador Julián de Zubiría Samper nos lo decía en un reciente artículo, en el que habla acerca de la importancia de transformar los espacios en las universidades para alejarse del modelo tradicional de enseñanza, en el que todo estaba definido para que los estudiantes puedan escuchar la voz del docente, pero no para facilitar procesos para compartir y construir ideas, a partir de las conversaciones que disminuyan la fragmentación del conocimiento y aumenten la transdisciplinariedad.
El uso activo de la infraestructura como parte de los procesos de aprendizaje es una estrategia que algunas universidades han seguido desde hace varias décadas y se encuentran ejemplos como el del Instituto de Diseño Hasso Plattner de Stanford “d.school”, que se ha preocupado por desarrollar capacidades de creatividad e innovación en sus estudiantes a través del uso de espacios multifuncionales y flexibles.
Con relación a este punto, los fundadores de Ideo, Tom y David Kelley, nos presentan en su libro “Creative Confidence: Unleashing the Creative Potential Within Us All” algunas ideas que podemos traer a las organizaciones para desarrollar capacidades de creatividad e innovación a partir del uso innovador de su infraestructura:
- Contar con espacios lo suficientemente abiertos en donde puedan fluir nuestras ideas y conversaciones.
- Lo suficientemente flexibles para que puedan ser usados con diferentes fines y de acuerdo con las actividades de aprendizaje que se estén desarrollando.
- Con un grado de informalidad que invite a utilizarlos sin mayores restricciones.
- Que se integren a los procesos de aprendizaje y enseñanza de manera natural.
En Colombia, contamos con varios ejemplos de universidades que están transformando su infraestructura, como es el caso de la Universidad Sergio Arboleda que en los próximos días estará inaugurando su Centro de Innovación y Desarrollo Digital. Este espacio forma parte de un sistema de innovación que ha sido diseñada desde la perspectiva de los docentes y estudiantes, con laboratorios para Impresión 3D, laboratorios de realidad virtual, salas de cocreación e innovación y aulas sistematizadas para la creación de contenido virtual. Una apuesta por el uso innovador y coherente de la infraestructura de las universidades para el desarrollo de procesos de aprendizaje y como apoyo a los modelos de educación que buscan responder con mayor pertinencia a los desafíos de nuestro país.
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