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El proceso electoral de 2026 se perfila como un factor clave que podría influir significativamente en las decisiones de inversión del offshore.
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El mercado apunta a una posible caída de la divisa. Los factores que influirían están en el año electoral que se avecina y la debilidad del dólar a nivel mundial
El dólar continuaría con una trayectoria de depreciación moderada en el corto plazo, por la debilidad global de esta divisa y el apetito de inversionistas extranjeros por activos locales, a esto hay que sumarle las elecciones legislativas y presidenciales que se avecinan en Colombia.
Según las proyecciones de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia, el tipo de cambio tendría un promedio proyectado de $4.103 en 2026.
Laura Clavijo, directora de esta dependencia de Bancolombia, advierte que, la debilidad global del dólar y el trade electoral podrían brindar cierto soporte al peso colombiano.
Estos factores llevarían a un promedio del precio de esta divisa de aproximadamente $4.237 en 2025, lo que implicaría una depreciación de 4,0% frente al promedio de 2024 que fue de $4.074. En el mediano plazo, se proyecta que esta divisa retome su trayectoria histórica de depreciación paulatina, ante la incertidumbre sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Entre tanto, el proceso electoral de 2026 se perfila como un factor clave que podría influir significativamente en las decisiones de inversión del offshore.
Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa, observa que el dólar en 2026 fluctuaría entre $3.650 y $3.950. Durante el primer trimestre del año, su comportamiento dependerá de la evolución de las elecciones legislativas y presidenciales en el país.
“Si se elige un presidente promercado, el dólar podría reaccionar a la baja ante la repatriación de capitales y el aumento de la inversión extranjera. El diferencial de tasas de interés frente a Estados Unidos continuaría favoreciendo la inversión extranjera de portafolio hacia la deuda pública (TES)”, dice Ballén.
Entre tanto, el ingreso de remesas se mantendría estable respecto a 2025, dada la desaceleración que presenta la creación de empleo en Estados Unidos y España. El alza en el precio de los commodities seguirá beneficiando el ingreso de divisas a las economías latinoamericanas.
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