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La creciente tensión entre Rusia y los países de occidente por una posible invasión a Ucrania tiene en vilo al mercado energético, especialmente del petróleo y el gas
Hay una diferencia entre los términos energía nuclear y arsenal militar nuclear, ambos han cobrado interés por el agite en Ucrania
El Departamento de Defensa de Estados Unidos hace una semana mencionó que Zaporizhzhia, una ciudad media de Ucrania era un objetivo militar para los rusos. Y en efecto, el viernes en la madrugada las tropas del Kremlin, 24 horas después de haber anunciado un “cese al fuego” se desplegaron por esa zona atacando edificios comerciales y civiles con petardos aéreos y cuadrillas en tierra, el fuego alcanzó la planta nuclear más grande de Europa.
La preocupación del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se notaba que se hacía cada vez más grande porque si la planta llegara a explotar a causa de las detonaciones a ella y en la zona, “sería la más devastadora que se haya registrado en la historia científica atómica”.
Con lo anterior, la palabra “nuclear” vuelve a mencionarse esta semana entre los medios del mundo, durante el conflicto en Ucrania. Por eso vale la pena preguntarse ¿por qué esa innovación científica interviene en medio de la toma y cuál es la diferencia entre energía nuclear y arsenal militar?.
Son dos cosas diferentes, una es la causa y la otra el efecto. Su relación más allá de la palabra se debe a los esfuerzos en inversión científica que aplica cada país, ya sea para abrir plantas nucleares que sean una solución al desarrollo de energía, como la mayoría en Ucrania; o en otro eje, para avanzar militarmente y tener armas nucleares que ya en el mundo son conocidas por su alcance. Tal como pasó con la imagen de la impactante nube de hongo que formó la bomba atómica de Hiroshima en Japón, durante la Segunda Guerra Mundial en 1945.
En cuestión de países que trabajan en la investigación nuclear como una estrategia científica para la energía están liderando Estados Unidos con 93 reactivos nucleares activos, le sigue Francia con 56 de estas centrales que tienen la capacidad de producir tal poder. (Ver gráfico).
Pero del otro lado, hay un ranking de países con el mayor arsenal nuclear por la cantidad de ojivas nucleares, así se les llama a los misiles balísticos que usan esta tecnología y son un arma de destrucción masiva.
Se estima que en el mundo hay más de 13.000 ojivas nucleares en pocos países. Según reportes de la Federación de Científicos Estadounidenses (FAS), están liderando Rusia y Estados Unidos.
Por eso la preocupación de la poca diplomacia del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, quien esta semana por primera vez se refirió al término “Tercera Guerra Mundial”, que según él podría ser “devastadora”, haciendo referencia a que tienen cómo responder un ataque.
Precisamente, hoy Rusia lidera con un estimado de 6.257 ojivas nucleares, seguido de Estados Unidos con 5.600, el tercer lugar es para un país que aún no toma partido claro en el conflicto de Ucrania, el cual es China que tiene 350 misiles de ese tipo.
En vísperas de la invasión rusa de Ucrania, Vladimir Putin emitió una advertencia nuclear. Advirtió que “cualquiera que intente interferir con nosotros debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata y los llevará a consecuencias como nunca antes han experimentado en su historia”. En caso de que alguien malinterpretara su advertencia, agregó que Rusia sigue siendo “una de las potencias”.
Analistas ahora apuntan a que la retórica inusualmente explícita de Putin “ha enviado un mensaje claro a Occidente: manténgase alejado de mi ataque a un tercero o arriesgue un conflicto nuclear”, ya se sabe que hay armas para ello.
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