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Con motivo del XIV Congreso Nacional de Infraestructura, LR analizó el desarrollo de las inversiones y proyectos de movilidad que se adelantan en las regiones, el avance del programa de cuarta generación de concesiones viales o las nuevas obras referentes de la ingeniería colombiana.
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El servicio abrirá para la ciudadanía en 2024
El metro de Bogotá es la apuesta más importante de la administración del alcalde Enrique Peñalosa. Luego de que el proyecto recibiera este mes el espaldarazo del Gobierno Nacional con la firma de un convenio de cofinanciación con el Distrito Capital que asciende a los $12,9 billones y la aprobación de vigencias futuras por un monto de $6,08 billones por parte del Concejo de Bogotá, todo apunta a que el metro es una realidad.
El año 2018 será clave para determinar a cargo de qué empresa estará la obra y mostrar avances con el proyecto, al que lo han antecedido 19 iniciativas desde 1942.
La empresa Metro de Bogotá S.A ha informado que en 2018 se iniciará el proceso licitatorio y el comienzo de las obras menores que incluyen el traslado anticipado de redes lo que permitirá evitar retrasos durante el desarrollo de las obras principales. Se tiene previsto firmar convenios con la Empresa de Acueducto de Bogotá y Codensa para mover 23 kilómetros de redes de acueducto y alcantarillado; así como siete líneas de energía que entran en conflicto con la construcción del megaproyecto.
La primera línea del metro de Bogotá tendrá una longitud comercial de 25,29 kilómetros, será elevada y se construirá en tres etapas. La etapa uno y dos comprende la construcción del trayecto que parte desde el Portal Américas hasta la Avenida Caracas con calle 72. La tercera etapa va hasta la calle 127, de la cual quedarán listos los diseños.
Esta primera línea tendrá una capacidad para transportar 72.000 pasajeros hora en cada sentido e irá a una velocidad comercial de 43 kilómetros por hora. El trayecto completo tomará cerca de 27 minutos, y las estaciones tendrán una distancia aproximada de 1,3 kilómetros lo que permitirá frecuencias de tres minutos.
“El Metro nos va a ahorrar 31.000 horas diarias a los bogotanos que podemos dedicar a otras cosas, será un avance en la calidad de vida de todos”, afirmó el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas durante la firma del convenio, el pasado 9 de noviembre.
El impacto de la obra
Se estima que la primera línea del metro beneficiará a 2,92 millones de habitantes que harán uso de las 15 estaciones que integrarán el proyecto en uno de los sectores de mayor demanda de transporte como lo es la Avenida Caracas, según revelaron los estudios realizados por el Distrito.
“El 2018 será el año de las obras preliminares, adquisición de predios y licitaciones mayores. son tres hitos”.
Gracias a la integración de tres troncales alimentadoras en la Avenida 68, Avenida Boyacá y la Ciudad de Cali se garantizará el acceso a los habitantes de Soacha, Bosa y Fontibón. Por lo menos 250.000 personas demandarán el uso de estas troncales.
Los desafíos
Para el director del Observatorio de Logística y Movilidad de la Universidad Nacional, José Stalin Rojas, uno de los desafíos que tiene la ciudad para solucionar los problemas de movilidad en crear un sistema integrado eficiente. “El metro apenas es un elemento más en el transporte y no va a ser la solución, pero sí va a transformar la ciudad y a va a impactar los sitios por pase”.
El académico explicó que, debido al nivel de endeudamiento, la segunda línea del metro está en veremos. Y frente a las obras que se avecinan, el primer cuestionamiento estaría relacionado con los sobrecostos. “¿Qué nos garantiza que no van a sobrepasar el 20%?”, cuestionó Rojas.
La conexión con los municipios
Uno de los proyectos que también han sido considerados de importancia estratégica para el Gobierno Nacional es el Regiotram. Se trata de un tren ligero cuyo trayecto iniciará en Facatativá, pasará por el aeropuerto y terminará en la Avenida Caracas con Calle 19,con trasbordo con el metro.
El proyecto mejorará la calidad de vida de miles de personas que a diario se trasladan desde los municipios vecinos a Bogotá, principalmente, por razones de trabajo. El costo se estima en $1,5 billones; de los cuales el Gobierno Nacional aportará 68%, equivalente a $1 billón, el resto estará a cargo del departamento. Se beneficiarán 600.000 personas.
Si se pueden mejorar los problemas logísticos podría generar 33% de carga adicional.
A Colombia se le destinarán £25,5 millones de libras esterlinas, haciendo énfasis en las regiones y ciudades priorizadas por el posconflicto.
Proyectos ya iniciados en Cali, Medellín y Barranquilla se caracterizan por su componente ambiental y de sostenibilidad.
