La desconexión laboral no es opcional, es un derecho humano de los trabajadores

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Corte Constitucional reconoce la desconexión laboral como derecho de trabajadores

El derecho a la desconexión laboral es entendido como aquel que tienen los trabajadores a no desarrollar actividades por fuera de la jornada de trabajo, ni a ser contactados por el empleador o sus representantes, a través de medios digitales o electrónicos.

La Corte Constitucional recientemente lo reconoció como un derecho humano de todos los trabajadores, entre ellos, los empleados y servidores públicos de dirección, confianza y manejo.

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Además, consideró que es una reivindicación de un espacio autónomo, libre de interferencias que permite concretar otras garantías, como la salud de las y los trabajadores, la disposición de su tiempo libre, y la conciliación de la vida laboral con la personal y familiar, lo que tiene un impacto diferenciado en las mujeres.

El reto que tiene el legislador para poner en práctica esta decisión que tomó la Corte, será el cumplimiento de la misma, “pero más allá de la implementación sería la verdadera delimitación de la relación de trabajo o del horario laboral, lo que permitirá a la persona poner en práctica mecanismos de diferenciación entre la jornada laboral y la personal”, señaló Javier Almanza, director del Área Laboral del Consultorio Jurídico de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario.

Además, esta sentencia proferida por la Corte, “influirá para que haya una autorregulación o actualización en los reglamentos internos de trabajo y en los contratos laborales, en los que se fijaría que la jornada laboral será en un horario determinado; y que el trabajador tendrá derecho a desconectarse de esta actividad, a partir de determinada hora que se acuerde con el empleador”, indicó Almanza.

Carlos Adolfo Prieto, abogado especialista en Derecho Laboral y docente de la Pontificia Universidad Javeriana, explicó que la desconexión es necesaria y fundamental, pues permite que las personas construyan espacios de vida social más allá de la mera actividad laboral.

“Culturalmente nos hemos condicionado al hecho de asumir que la vida gira en torno al trabajo -entendido como actividad que genera ingresos- y que esa es la única dimensión vital que es digna de reconocimiento y de valoración, al punto de llegar a entender que las demás actividades de la vida, como la familia, los vínculos de amistad, la formación, el deporte y el simple ocio, no son importantes y siempre estarán subordinados al trabajo”, dijo Prieto.

Para el jurista Luis Alberto Torres Tarazona, director del Observatorio del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Libre, compete a los Estados cumplir con sus obligaciones, y una manera de hacerlo, es adoptar medidas dirigidas a la efectividad del derecho de desconexión, pues lo que se pretende, es materializar el concepto de trabajo decente de la OIT y desarrollar las condiciones de este equitativo y satisfactorio, como lo propone la ONU.

Recalcó, que la desconexión, ya se aplica en muchos países latinoamericanos y, en todos, tiene el mismo contexto: brindarles a los trabajadores espacios para actividades personales y familiares, o recuperación de energía vital, sin estar pensando en la carga laboral.

Por consiguiente, la desconexión laboral, es la posibilidad que tiene el trabajador de no atender ningún requerimiento por parte del empleador o de la empresa, ya sea por medio d correos electrónicos, mensajes de WhatsApp, llamadas telefónicas o cualquier tipo de comunicación.