Riopaila Castilla alista la destilería de etanol

Si bien no dejará de ser una empresa productora de azúcar, dará un paso grande hacia la bioenergía a través de dos proyectos estratégicos que ya están en marcha. Uno de ellos es la destilería para la producción de etanol, que empezará a operar a partir de julio próximo. El otro es el de cogeneración de energía.

Un tercer proyecto está encaminado a seguir fortaleciendo los programas de sostenibilidad basados en tres pilares claves: la educación, la salud y la alimentación a través de la Fundación Caicedo González Riopaila Castilla.

Las iniciativas las dio a conocer Djalma Teixeira De Lima Filho, presidente de Riopaila Castilla, quien ayer presentó el informe de sostenibilidad y gestión.

Los tres pilares
El primero que definió el señor Teixeira es la búsqueda de la excelencia en las operaciones. A través de la venta de azúcar, el ingenio ha logrado mantenerse durante 97 años.

“La empresa ha estado muy enfocada en la producción de azúcar, pero ahora estamos pensando en una gran persificación y por ende en otras alternativas”, dijo.

En razón a ello, Riopaila Castilla le dio paso a la segunda estrategia que está basada en la sostenibilidad.

“Por ello el objetivo es dejar de ser una empresa estrictamente productora de azúcar y convertirnos en una empresa de bioenergía. A partir de ello surgieron dos proyectos estratégicos. La construcción de una destilería para etanol, que será la más grande del país. Esa planta tendrá una contribución grande en la mezcla de combustibles entre etanol y gasolina”, explicó.

El otro proyecto es el de la cogeneración. “Hacia el futuro la generación de energía no puede continuar de combustibles fósiles. Necesitamos pensar de manera urgente en otras alternativas y en ellas estamos trabajando”, añadió.

El tercer pilar es la diversificación. La empresa se incorporará en otros productos de la cadena de la agroindustria y para tal fin se trasladará a otras regiones, como el Meta y Vichada, las cuales han sido llamadas las nuevas fronteras colombianas.

El propósito es que la organización comience a explorar opciones diferentes al sector minero.

“El país no puede seguir dependiendo de la industria petrolera, pero tiene como hacerlo, pues hay una gran oportunidad que ofrece la altillanura”, señaló.

En esa amplia zona (la altillanura) Colombia tiene 13,5 millones de hectáreas disponibles y aptas para la agroindustria, de las cuales solo 3,5 millones están adecuadas a la produccion agrícola.

Lo más llamativo es que el país apenas utiliza el 25 % del potencial que tiene en áreas aptas para la agricultura. “Si las organizaciones aprovechamos esa oportunidad, en el mediano plazo el país ya no sería dependiente del petroleo”, indicó el ejecutivo.

Vale la pena recordar que según la FAO, Oganización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Colombia es uno de los siete países que conforman la despensa del mundo. Los otros son Argentina, Angola, Brasil, Bolivia, El Congo y Sudán.

Esas naciones son responsables del 50 % del área disponible para la agricultura en el futuro, lo que quiere decir que el país tiene una vocación agrícola y por ello el agro puede contribuir con la generación de recursos financieros para los siguientes años.

“Lo que necesitamos es una actuación contundente de las empresas con el respaldo del Gobierno”, precisó.

Las inversiones
Desde el año 2010 Riopaila Castilla adelanta un plan de inversiones en esos tres pilares estratégicos que suma $100.000 millones.

“En la altillanura hemos proyectado tres planes que ejecutaremos en el tiempo, pero ya lo empezamos con el cultivo de la palma. Ya tenemos 2.000 de hectáreas de palma sembradas”, anotó Teixeira.

Pero la idea es ir más alla y por ello la Junta Directiva analiza la puesta en marcha de un gran proyecto industrial que está previsto para el 2017.

Inversión social
La Fundación Caicedo González Riopaila Castilla estuvo vinculada en diversos proyectos con las comunidades ubicadas en el entorno (La Paila y Zarzal, entre otros) en el 2014.

Dentro de los resultados se encuentra la inversión social directa de $4.423 millones, alcanzando una cobertura de 35 municipios en sus principales áreas de influencia.

En el tema de educación, la empresa vinculó a 11.317 personas en procesos educativos, ingresos y trabajo. Formó 408 docentes en competencias pedagógicas y 5.512 personas de la comunidad educativa ingresaron a diferentes niveles de la educación formal para el desarrollo de conocimientos, habilidades y competencias.

La compañía tiene una participación en producción de azúcar del 22,3%. Cuenta con 3.785 trabajadores. Las ventas sumaron $737.362 millones en el 2014.