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San Valentín representa 15% de los envíos de flores a países del exterior desde Colombia.
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Históricamente, esta celebración dinamiza las ventas de flores en diferentes mercados, especialmente en hacia los Estados Unidos
Cuando se habla de las exportaciones colombianas, las flores son de los productos que gozan mayor reconocimiento a nivel mundial. Gracias a que cuentan con 60 especies y 1.600 variedades de tipo exportación, llegan a 100 países diferentes, entre los que se encuentra Estados Unidos, el epicentro de San Valentín.
Esta fiesta se popularizó en Estados Unidos desde el siglo XIX, y gracias a su tradición representa en la actualidad para la floricultura colombiana entre 15% y 20% de las exportaciones totales del año, según cifras de Asocolflores.
“Colombia exporta entre 5.000 y 6.000 millones de flores en el año, pero esta fiesta es importante porque pesa mucho en el total; si la comparamos con el año pasado, puede que salgan alrededor de 700 millones de flores”, explicó Augusto Solano, presidente de Asocolflores.
Entre enero y febrero del 2023 se exportaron para esta celebración 52.000 toneladas de flor cortada desde Colombia y la especie más enviada durante esta fecha fue la rosa, la cual representa 90% del total, especialmente la roja.
“Es muy difícil calcular en dólares cuánto pesa San Valentín porque cada uno maneja sus precios de forma independiente, pero puede ser entre 15% y 20% de las ventas anuales”.
“Entre 2021 y 2022 hubo un aumento en la producción mundial y hay una sobreoferta de flores en el mercado. Cada vez está siendo más difícil vender flores”.
Pero se envían todo tipo de especies como los claveles, alstroemerias, crisantemos, hortensias, lirios, entre otras. “Definitivamente, San Valentín es la fiesta que marca la tendencia del año, es muy importante sobretodo en rosas, las cuales son el producto estrella, pero también se mueven las demás”, dijo Ricardo Samper, gerente general de Flores De Serrezuela.
Aunque normalmente Estados Unidos concentra 80% de las exportaciones de flores, esta participación aumenta a 85% durante la celebración. “Este año cae en una buena fecha, ya que usualmente entre martes y jueves se mandan flores a la oficina. Los fines de semana no son tan buenos”, explicó Solano de Asocolflores.
Solano agregó que, para este San Valentín, “el e-commerce tenderá a consolidarse como un actor muy importante en las ventas de las grandes cadenas y las floristerías de Estados Unidos, especialmente las que se realizan a las nuevas generaciones”.
Aunque esta fecha es de gran dinamismo para la agroindustria de las flores, una baja TRM, la sobreoferta mundial y los efectos del clima inciden en la comercialización del producto.
“El tema del clima no ha ayudado, esos extremos en las temperaturas, con bajas en las madrugadas y temperaturas altas al medio día, generan un estrés en las flores que termina afectando los ciclos de producción y se presentan más problemas fitosanitarios. La ventana de despachos de esta fiesta va desde el 15 de enero hasta el 6 de febrero, es muy corta para concentrar la mayor cantidad de flores y despacharla a los destinos”, dijo Samper, de Flores De Serrezuela.
José Antonio Restrepo, gerente general de Ayurá, coincidió en que el clima dificultó al sector, sobretodo durante el segundo semestre. “El estrés térmico al que se someten las plantas va directamente relacionado con la calidad. Hay un montón de condiciones adversas; sin embargo, el mercado no está malo y está con cifras un poco mejor al año pasado y nos da un aliento de que estamos pudiendo vender la flor”.
El empresario también puso sobre la mesa la sobreoferta mundial. “Una de las variables es que en ese auge del negocio tras la pandemia, la producción de flores creció y hay una sobreoferta mundial que está yendo a atender los mismos mercados de nosotros”.
El segundo factor que influye en las exportaciones durante esta celebración tiene que ver con la TRM. “Arrancamos el año con un peso revaluado, tuvimos, por ejemplo, el año pasado para esta misma época un dólar cercano a $4.650, mientras que hoy está sobre $3.900, lo que implica una revaluación de 16%”, explicó Samper.
Agregó que es un negocio netamente exportador, ya que el mercado local debe ser más desarrollado.
Otro de los retos para el sector de este año son los incrementos de los insumos, así como la escasez de mano de obra y el incremento salarial.
“Cada vez está siendo mucho más difícil vender esas flores y esa fue la condición en general, seguido a eso el negocio se ha apretado mucho. Si usted hace cuentas, en los últimos tres años hemos teniendo un aumento en los cotos laborales de 30%, en un negocio en el que la mano de obra pesa 55% y 60%”, explicó Restrepo de Ayurá.
Samper, de Flores De Serrezuela, dijo que a esa situación se le suma el incremento salarial de 12%, porque la mayoría de los costos del floricultor, como ya se mencionó, son mano de obra y les pone “mucha presión”.
Los empresarios consultados por LR dijeron que el negocio estará difícil este año, con las mismas tendencias de 2023. “Los márgenes se nos redujeron brutalmente y a eso súmele el dólar. Esta situación la equiparía con lo que nos pasó en 2004, pero en esa época maniobramos y buscamos nuevos mercados, fuimos más eficientes pero las posibilidades de mejora son menos”, dijo el gerente de Ayurá.
Samper dijo que, aunque aspiraban a colocar 10% más de volumen que el año pasado en los mercados, principalmente el americano y europeo , “estaremos 20% menos por todas esas variables que afectan al sector. Las variaciones que más impactan se dieron desde octubre del año pasado. Este año obviamente nos preocupa el clima”.
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