La huella industrial en los tiempos de Villegas

En 1996 la industria nacional construía sus pilares alrededor de la producción y explotación de materias primas, mientras el consumo se asomaba tímidamente como un potencial de la fuerza empresarial.

La producción bruta, según cifras del Departamento Nacional de Estadística (Dane), llegaba a $35,3 billones, el consumo intermedio era de $19,4 billones y el total de los activos del sector ascendía a $24,5 billones.

En ese contexto, un personaje que venía de liderar la Corporación Financiera de Occidente y que había trabajado en varios cargos dentro del Gobierno en los años ochenta, fue nombrado como presidente de la Asociación Nacional de Industriales (hoy de Empresarios): Luis Carlos Villegas. Desde entonces, el sector no ha vuelto a ser el mismo.

La producción bruta en el año 2011 (sin mezcla de combustibles) llegó a $175,2 billones, el consumo intermedio alcanzó $100,4 billones y los activos del sector ya eran de $108 billones. Un crecimiento que, si bien no se le puede adjudicar completamente al empresario pereirano, muestra que en su paso por la entidad el sector industrial se transformó.

“Hay que hablar de manera positiva de la evolución que tuvo la industria en estos años. Si se revisan los datos absolutos la gestión es buena, pues la capacidad de generación de la industria ha crecido, así la participación que tiene en el Producto Interno Bruto (PIB) haya disminuido, pues eso hace parte de un proceso diferente”, dijo José Manuel Restrepo, rector del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa).

Si bien el desempeño en general es destacado según lo manifiestan los analistas, Villegas y la industria han pasado por duros momentos en los últimos 16 años. De hecho, hoy en día el sector atraviesa por una coyuntura de depresión de la producción que preocupa a los empresarios.

En la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (Eoic) que fue presentada ayer y en la que se evidenció la evolución del sector en lo que va corrido del año hasta agosto, los datos mostraron que la producción siguió cayendo, pues pasó de -0,7% en julio a -1,2% en el octavo mes del año. Además, aunque las ventas continúan en el terreno positivo hay una desaceleración. Los resultados fueron además explicados por una caída en la actividad manufacturera.

“La industria mantiene caídas en la producción, los inventarios aumentan y no logra despejarse el clima de negocios. Lo anterior se explica en buena parte por la coyuntura internacional, que se ha traducido en unos mercados menos dinámicos y más competidos, tanto internos como externos”, señaló Villegas sobre los resultados.

Por su parte Raúl Ávila, profesor de la facultad de economía de la Universidad Nacional, aseguró que después del difícil momento que se vivió a raíz de la crisis mundial de 2008, este es el otro más difícil por el que ha pasado el futuro embajador en Washington.

“La crisis internacional de 2008 fue algo muy fuerte y que debilitó mucho el andamiaje de la industria nacional. Por eso hoy ha sido complicado también el bajonazo de la industria manufacturera, pero también se explica por la dinámica que ha tenido la economía”, afirmó Ávila.

El reto de la confianza
Con la salida de Villegas, que se dará el 31 de octubre, su reemplazo tiene el reto recuperar la confianza de los empresarios y el ambiente positivo de inversión. En un año se verá si los que quieren invertir superarán el 48,1% de este año.

Este mes se conocería el reemplazo
Las reuniones que adelantan cada martes los miembros del comité designado para elegir el reemplazo de Luis Carlos Villegas en la presidencia de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) están a punto de presentar a un elegido. Según se conoció esta semana, se están estudiando 15 hojas de vida y antes de que Villegas deje el cargo, el próximo 31 de octubre, deberán contar con un nombre definitivo. “Vamos corriendo sin prisa”, dijo Fabio Saldarriaga, presidente de la junta directiva.

Las opiniones

José Manuel Restrepo
Resctor del CESA
“Si se revisan los datos absolutos la gestión de Villegas es buena, pues la capacidad de generación de la industria ha crecido”.

Raúl Ávila
Profesor de la Facultad de Economía de la U. Nacional
“La crisis internacional de 2008 fue algo muy fuerte y que debilitó mucho el andamiaje de la industria nacional. Por eso ha sido el bajonazo de ahora”.