Hoegh inaugura la primera planta flotante de regasificación

La compañía Hoegh LNG y la subcontratista Hyundai fueron las encargadas de la construcción que duró cerca de un año y medio y costó US$30 millones. La misma tiene más de 50 metros de ancho y 300 metros de largo. También, cuatro tanques de membrana con un volumen total de almacenamiento de 170.000 metros cúbicos de GNL o gas líquido.

Para la compañía, Hoegh LNG, negocios como estos, es decir, construir un barco para luego arrendarlo constituye cerca de 66% de las ventas operacionales anuales. Por ello, ya tienen en la mira incursionar en dos países más de Latinoamérica para llevar las plantas de regasificación.

Hoegh LNG ha edificado más de cinco embarcaciones de estas magnitudes que realizan los mismos procesos, en un mercado que no lleva de desarrollo más de cinco años. En el mundo, hay cerca de 17 flotas como estas que pueden realizar el proceso de pasar el gas de estado líquido al sólido.

Según el International Group of Liquefied Natural Gas Importers “se han realizado más de 135.000 viajes de buques metaneros sin graves accidentes o problemas de seguridad, en puertos o en el mar”.

La embarcación también tiene sistema de vaporización en lazo abierto que utiliza el agua de mar como medio de calentamiento con un lazo cerrado de propano como fluido intermedio entre el agua de mar y el GNL.

Según Sveinung J.S. Støhle, CEO y  presidente en Hoegh LNG, el precio del gas líquido está ligado en buena parte a los precios del petróleo. En este momento, “debido a que los precios del petróleo están en mínimos históricos eso generará una mayor demanda en el mercado de gas líquido sobre todo en países que históricamente no podían acceder a la regasificación, pues ahora será más económico”, dijo Støhle. El empresario agregó que ve el precio del petróleo como un gran potencial puesto que la firma puede surtir a países con un barco en menos de seis meses.