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¿Qué esperan lograr de la demanda antidumping que presentarán ante el Ministerio de Comercio?
Coltejer y Fabricato somos las productoras de denim que estamos liderando el proceso contra India y China. El objetivo es generar un ambiente de competencia leal en el país.
Los precios bajos no se dan por una competitividad genuina del negocio, eso se da por competitividad artificial, sea por tasa de cambio, beneficios de los productores en sus países o por una trampa comercial, subfacturación o contrabando. Por eso estamos en ese proceso. Creemos que habrá acogida cuando se presente a fin de mes.
¿Cuánto están perdiendo por la competencia desleal?
Al día de hoy, 70% de lo que se vende en Colombia en el caso de denim es tela importada. De lo que entra, 70% viene de China. Si se comparan los precios básicos de origen de China e India frente al promedio de los otros países, el kilo de tela llega entre US$3 y US$3,5, mientras que los demás tienen el doble: está entre US$6,5 y US$7.
Fabricato pasó por una gran crisis hace un tiempo, ¿qué han debido hacer para superarla?
La dificultad se dio por no enfocarse en los negocios en los que la compañía era competitiva y ese fue el trabajo que hicimos en los últimos tres años. Decidimos reorientar los esfuerzos en cuatro líneas: denim, driles, que sirven tanto para moda como uniformes, tejidos de punto y las entretelas. Las cuatro están enfocadas a un producto de mayor valor agregado.
¿A qué renunciaron durante el proceso?
Teníamos sábanas, una línea de camisas especiales con hilos en color, unidades comerciales fuera y dentro del país y cuatro plantas de producción. Hoy trabajamos con dos plantas.
La empresa incursionó en el sector inmobiliario con dos proyectos, ¿cómo les ha ido?
Decidimos involucrarnos con negocios inmobiliarios bajo un concepto muy sencillo: nosotros no seríamos los desarrolladores porque no conocemos este negocio, entonces buscamos socios. Lo manejamos como un modelo de licitación privada.
Hoy tenemos un lote en Bello que está siendo desarrollado con Arquitectura y Concreto, Londoño Gómez y el Grupo Inmoval. En Ibagué hicimos el mismo proceso a finales del año pasado. Estamos en búsqueda de un socio o incluso podríamos vender el lote, no se descarta la posibilidad, pero lo que sí es más importante es buscar la figura que rinda al máximo.
¿Cuál será el uso del complejo de Bello?
Es de uso mixto. Es un área de más de 100.000 metros cuadrados. Ahí está contemplada la construcción de un centro comercial de 70.000 metros cuadrados comercializables. Un conjunto de viviendas con cerca de 2.200 apartamentos y cuatro torres de servicios, que pueden ser hotel u oficinas.
La firma ganó una licitación para confeccionar uniformes del Ejército colombiano, ¿cómo les ha ido con este negocio?
La tecnología de los uniformes de las fuerzas militares tiene un desarrollo muy alto, arranca por el combinado de las fibras, la estructura de la tela y los acabados que se pueden agregar. Hay mucho desarrollo en los uniformes de Colombia para las fuerzas militares y eso se exporta.
Nosotros somos proveedores de fuerzas militares de Perú, Ecuador, Uruguay y Guatemala. El año pasado representó muy poco porque perdimos dos licitaciones, pero para este año creemos que puede ser 15% de los negocios de la compañía.
¿En qué mercados buscan posicionarse?
Exportamos a Ecuador, Perú, Centroamérica, México. Países que todavía tienen la industria de la confección vigente. Para los países de economía madura lo que estamos haciendo es trabajar de la mano con la industria de la confección y de forma conjunta estamos exportando la ropa. En este caso, hemos crecido con algunas marcas en Estados Unidos y avanzamos en Europa.
¿Por qué no cumplieron con la meta de 20% de crecimiento?
Hubo varios factores. El decrecimiento económico del país y el paro camionero, un factor que subestimamos. La industria de la confección no pudo recibir la tela en julio y agosto, los meses más importantes de actividad porque se está preparando para la temporada de fin de año. Brasil con una moneda mucho más devaluada y una economía interna golpeada, salió a buscar mercados de forma muy agresiva, entonces nos tocó competir con un gigante que creció en participación.
El perfil
Carlos Alberto de Jesús nació en Brasil. Es licenciado en Administración de Empresas de la Uncid de São Paulo e hizo un posgrado en Marketing en la Espm de São Paulo. Lleva más de 20 años en el negocio textil, principalmente en el segmento de denim. Fundó y dirigió la firma RPM Negocios Textiles en Brasil, dedicada a la comercialización y asesoría del sector textil. Asimismo, fue gerente de Vicunha Ecuador desde 2007. A partir de noviembre de 2013 asumió la presidencia de Fabricato.
La opinón
Guillermo Criado
Gerente de la división textil de Pat Primo
“Hay un contrabando perverso. Está entrando mercancía china a negocios donde no dan factura, venden en efectivo y sin IVA”.
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