Estamos listos para hacer minería de oro a gran escala

¿Cómo cierra el 2015 y cuáles son los hitos del sector desde el Ministerio?
Este último trimeste, el sector nos está mostrando que no solo en pequeña minería, sino en la de gran escala, está teniendo unas luces que no se veían hace mucho tiempo. Yo creo que los tres temas de destacar este año son uno, formalización; lo segundo, la expedición del reglamento de seguridad minera, y tres, que este año ha sido histórico ya que se licenciaron dos proyectos de oro después de 25 años de no tener proyectos nuevos licenciados. Y ahí, toca destacar en realidad que son en este material, porque demuestra que el país puede hacer minería de oro legal, ambientalmente responsable y a gran escala. 

¿Y los retos de 2016? 
El primer cuatrenio fue de una fuerte reforma institucional y fortalecimiento. Ahora, estos otros cuatro años queremos tener una política pública muy clara con una visión concisa que entre sus verbos rectores contempla una minería ordenada, legítima, incluyente y competitiva. Con pilares como seguridad jurídica, competitividad, confianza, infraestructura e información.

¿Cómo aumentar la inversión extranjera directa que cayó 34% este año en el sector?
Acá hay que dividir las historias, por un lado está la coyuntura de precios que hace que haya menos recursos y las casas matrices revisen en dónde ponerlos. Pero creemos precisamente que la señal que se envía con el licenciamiento de dos proyectos de oro a gran y mediana escala le da una muestra al mundo de que Colombia está preparada y lista para hacer minería bien hecha, legal y con el cumplimiento de estándares.

Para competitividad, ¿qué se avanzó en infraestructura?
El ferrocarril central está a punto de entrar completamente rehabilitado, se logró la navegabilidad del Río Magdalena, y además dos vías nacionales están cerca de terminar su rehabilitación (Vélez-Landázuri-Cimitarra-Puerto Araujo y Chiquinquirá-Puerto Boyacá). Esto permitirá aumentar la producción para que en el mediano plazo se dé la construcción del Ferrocarril del Carare. 

¿Cuáles fueron los avances en formalización y por qué continúan muchos en la ilegalidad?
La política de formalización está centrada en solucionar un problema grande, ya que como lo decía el Censo Minero, 63% de la actividad que se realizaba se hacía sin la total regularidad. 

Así que esta política está enfocada en uno, regularizar la actividad, es decir, que se tenga título minero e instrumento ambiental, o no. Y este “o no” es fundamental, ya que hemos llegado a esa parte de la historia en la que seguir siendo irregular no es posible, es decir, todos deben tener título e instrumento ambiental, o que sea minería de subsistencia. 

¿La política termina con encontrar si hay título o no?
No. La política empieza con la regularización, pero tiene una segunda parte más importante. 

Lo que nos ha demostrado la historia es que la legalización o regularización sola no sirve, porque lo que termina pasando es que uno entrega un título a un minero que a lo largo de dos o tres años cuando entra a la fiscalización le es caducado y vuelve a entrar en la ilegalidad. 

Así que la segunda parte es la formalización de buenas prácticas y es ahí donde hemos avanzado mucho, ya que en los años anteriores (desde el 2012) teníamos 880 unidades productivas en proceso de formalización, mientras que solo este año hemos alcanzado 621. 

Es decir, estamos casi duplicando lo que se hacia en un año promedio. Y esto es importante, ya que estamos seguros de que esas 621 unidades se han comprometido con la formalidad. 

Esas 621 unidades, ¿cuánto representan del total?
Acá toca separar. Esas 621 tienen instrumento y título, y estos últimos en el país son 9.300. Pero acá hay que distinguir que de pequeña minería solo hay cerca del 70% de ese número, 27% de mediana y el resto de gran minería. 

Así, que nuestro nicho está enfocado en titulares que sean informales de pequeña minería (6.500), y que estén produciendo. Por lo que quedamos en que de 2.400 vamos en 621. 

Falta, pero de lo que se había hecho, ahora estamos avanzando mucho, ya que además es un proceso muy estricto. 

¿Cómo se prioriza el programa?
Este año empezamos precisamente a priorizar porque antes era muy disperso. Así que dejamos 11 departamentos donde se instalan unas juntas directivas y ponemos unas tareas. La primera es la caracterización, que a final es un diagnóstico. Ahí, tenemos tres departamentos en 100% y lo que logramos con eso es saber qué hacen, cómo y qué necesitan para ser formales para ahí empezar a ayudarlos, si se puede. 

Este año hemos caracterizado 3.943 unidades productivas y eso se suma a lo que se había hecho en años anteriores que eran 3.262 unidades. 

¿Qué clase de ayudas reciben?, ¿cómo va el acceso al crédito?
Hicimos un convenio con el Banco Agrario para que puedan aplicar las mejoras que se piden. Hoy, estamos esperando que se den antes de terminar el año los primeros créditos a pequeños mineros en formalización. 

¿Cuál es la meta de 2016? 
Para el cuatrenio es tener 2.600 unidades en formalización básica. Además de incluir cinco departamentos más para caracterización. 

EL SISTEMA DE INFORMACIÓN DE LA LEY 
Según la funcionaria la meta es que en un par de años se pueda tener finalmente un consenso de quién se formalizó o de quién tuvo que reconvertir su trabajo o se judicializó. Esto gracias a la Ley Minera del Gobierno que hoy está ad portas de ser radicada en el Congreso para empezar la discusión democrática. 
Frente a la producción de carbón, el Ministerio aseguró que a pesar de no cumplir con la meta de 97 millones de toneladas si se mantendrá en 88 este año. 

Las opiniones

Tomás González Estrada
Ministro de Minas y Energía
“En el 2016 buscamos Avanzar en formalización y dar buenas señales de inversión especialmente para la paz”.