“Colombia, en este momento, necesita una política de choque para reducir el gasto”

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La próxima semana, del 13 al 15 de agosto, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Andi, realizará la décima edición del Congreso Empresarial Colombiano, CEC, en su aniversario 81, que tendrá lugar en el Centro de Convenciones de Cartagena de Indias.

Este espacio se da al inicio del último año de Gobierno de Gustavo Petro, por lo cual se abordarán temas de cómo va el rumbo de sus políticas, sobre todo fiscales y qué se puede esperar para lo que queda. Bruce Mac Master, presidente de la Andi, explicó qué se encontrarán los empresarios en el Congreso, y su perspectiva sobre los temas económicos coyunturales.

¿Con qué se encontrarán los asistentes al Congreso?

Va a ser la oportunidad de pensar en el futuro, de pensar en ¿cuál es la realidad hoy en día del país?, ¿qué cosas están funcionando bien?, ¿qué cosas creemos que se podrían estabilizar y mejorar? y por último, ¿cómo se ve Colombia a cinco o a 15 años? Queremos tener una visión muy prospectiva, el país está muy metido en debates políticos del día a día y creemos que hay que retomar el rumbo de la planificación y de tratar de entender los grandes retos de nuestro país. El reto de la equidad, de la superación de pobreza, de la infraestructura, de la seguridad, de la salud, de la energía y queremos trabajarlos muy constructivamente.

¿Cómo ve la propuesta de Presupuesto del Gobierno?

La discusión arranca en el tamaño del gasto. Colombia necesita una política de choque para reducir el gasto. Cuando el país no tiene recursos no debe gastar, no puede aumentar el gasto en 8% o 9% cuando tenemos una economía que crece a 1,7% o de pronto este año a 2,5%. No tenemos capacidad de atender esa ambición de gasto del Gobierno nacional.

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Hemos cometido bastantes errores respecto a la deuda y le enviamos señales equivocadas a los mercados. Estamos pagando unas tasas de interés que son como 20%, 30% o hasta 40% más altas que las que pagan otros países en América Latina. Eso hace que en este Presupuesto que vimos, el servicio de la deuda sea de casi $100 billones. Es decir, $1 de cada $5 que se gasta el Estado se va a pagar el servicio de la deuda.

Tengo la convicción de que si nosotros en este momento le sacamos a la economía $26 billones y se la entregamos al Gobierno para que pague lo que quiera, vamos a estar cometiendo un error importante. Entre otras razones, porque el Gobierno invierte muy poco, las grandes inversiones que ha habido, por ejemplo, en infraestructura, las han hecho los municipios.

¿Cree que se pueda dar un escenario de dictadura fiscal?

Lo que está sucediendo en este momento parecería que nos lleva a eso. Este año tenemos es un anuncio que habla de un proyecto de ley de $553 billones, una cifra significativamente mayor para un Estado escaso de recursos, con dificultad para conseguir endeudamiento a buen costo, porque estamos pagando las tasas de interés más altas de la historia y hay una inflexibilidad del gasto grandísima. Va a ser muy difícil aprobar un monto de $553 billones en este momento. La discusión va a ser muy grande, los congresistas están muy preocupados, y con razón diría yo. Lo que significa que probablemente vamos a terminar otra vez en un escenario en donde se termine sacando por decreto y desfinanciado, lo que significa que al final no va a poder aplicarse.

¿Abordarán el tema durante el Congreso en Cartagena?

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El tema fiscal va estar en el centro de la conversación, el ministro de Hacienda me va a acompañar el jueves en la apertura, es uno de los temas que más nos preocupa no solo por las cifras que tenemos hoy, sino por pensar en cómo vamos a hacer para recuperar la senda de equilibrio que traíamos en el pasado en el tema de la regla fiscal, en endeudamiento, de cuánto estamos pagando en intereses y el gasto público.

¿Cómo ve la ley de financiamiento de $26 billones?

El año pasado anunciaron una ley de financiamiento de $23 billones y de repente cuando vamos a ver la radicación del Presupuesto ya no es $23 sino $26, que es de lejos la reforma tributaria más grande de la historia. La excusa del Gobierno es que a la economía no le está yendo tan mal, y es verdad que no tenemos cifras en cero, pero el crecimiento tampoco es que produzca inmensa tranquilidad a todos los agentes del sistema, porque no es muy grande y parte del crecimiento viene de la demanda, que a su vez viene de factores exógenos.

Por ejemplo, el crecimiento de las remesas y las ventas que ha tenido el café. Es verdad que ha llegado una gran cantidad de recursos, pero eso no habla de un crecimiento sostenible.

En cuánto a esos indicadores, ¿el desempleo ha bajado, pero cómo ve la informalidad?

Ese es el elefante en la sala. El tema del cual no se quiere hablar, sobre el cual no tomamos decisiones. Seis de cada 10 colombianos que trabajan están en la informalidad. Esa realidad es muy distinta a la discusión que damos alrededor de la reforma laboral, y le aplica a más de la mitad de las personas que trabajan.

En el evento en Cartagena, voy a presentar este tema con gran detalle, pero voy a dar una cifra de adelanto, un trabajador informal en Colombia recibe en promedio $1,04 millón al mes, los formales reciben $2,4 millones en promedio al mes, la diferencia es de más del doble, un trabajador informal recibe cerca de 40% de lo que recibe un trabajador formal.

Entonces, realmente no nos podemos sentir orgullosos de que hayamos creado empleo, con informalidad y personas que están ganando $1 millón. La informalidad está creciendo a niveles de 57% mes a mes. Eso termina siendo una cosa tremendamente inequitativa, injusta y lo único que está haciendo es avivando el problema.

Hay 1 millón de personas más que están en la versión de cuentapropista, que está lanzada a la calle a rebuscarse, sin derechos y con ingresos significativamente más bajos que la gente que logra trabajar en empresas formales y eso no le puede generar orgullo a nuestra sociedad.

¿Qué propone la Andi para solucionar la informalidad?

Tenemos que tener una legislación laboral que sea propicia para que se reduzca. La discusión sobre la laboral siempre fue, que cada artículo que vaya a aprobar el Congreso debería tener por lo menos dos pruebas técnicas. ¿Cuál es el efecto sobre el desempleo, la formalización y el crecimiento económico? y se negaron a hacerlo. Además, tenemos un Estado que no castiga la informalidad, no vemos al Ministerio del Trabajo yendo a los sitios para exigir formalidad. Lo vemos muy concentrado en muy pocas empresas, y debería estar volcado a la informalidad, ahí tenemos retos inmensos. Temas de estructura y del papel del Estado, son las dos grandes condiciones.

¿Cómo ve los otros indicadores económicos?

Algunas cosas que están mejorando es muy bueno, pero son muchos los indicadores que tenemos que mirar para verdaderamente hacerle una radiografía a un Gobierno.

Es verdad que ha habido un control de inflación importante, pero quien establece la mayoría de los instrumentos de control de la inflación es el Banco de la República. Por eso llama tanto la atención esa discusión tan grande que tiene el Presidente en este momento alrededor de la tasa de interés, cuando tenemos una inflación que ha bajado, que está controlada.

¿Y por qué nos importa tanto la inflación? Porque afecta sobre todo a los más vulnerables. Si hay algunas cosas que van mejor que otras, y es verdad que el crecimiento pasó de 0,7% a 1,7% y se espera que este año sea 2,5% o 2,7%. Eso es bueno, pero está acompañado de qué tan sostenible es.