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Expertos explican que el tratamiento de desechos no genera pasivos ambientales y elimina el uso de rellenos y las celdas de seguridad
En un mundo que busca cada día manejar procesos que reduzcan el daño al medioambiente, la categoría de la producción de combustibles ha enfocado sus esfuerzos en reutilizar diversos tipos de desechos para la producción de combustibles ecoamigables.
Atica es una de las primeras marcas que ha explorado este nuevo nicho de mercado. La compañía utiliza la energía derivada del poder calorífico de los residuos para enérgicas eléctricas y combustibles alternativos que son empleados en procesos industriales, reemplazando el uso convencional de gas e hidrocarburos. Por medio de estas labores se han podido reutilizar 14.465 toneladas que fueron llevadas a los hornos para sus tratamientos.
Mauricio Abondano, gerente de negocios de Atica, explicó que el combustible derivado de residuos “es una tecnología empleada para el aprovechamiento del poder calorífico de los residuos ordinarios, peligrosos y especiales en el proceso de incineración, reemplazando el uso de energías o combustibles convencionales. Esta tecnología nos permite el reemplazo en la utilización de combustibles fósiles como el gas natural y los hidrocarburos, ya que en los procesos se hace uso de residuos peligrosos, ordinarios y especiales para la generación de energía con el fin de usarla en procesos industriales. Contamos con 7 hornos de incineración en Colombia con capacidad para tratar 25.000 toneladas al año. De estos, 3 tienen tecnológica CDR y se encuentran en Bogotá y Cartagena".
La empresa Ecologística es otro ejemplo de los procesos que se realizan en el país. La marca recoge los residuos que se generan en las grandes industrias para producir combustibles que logran remplazar el carbón mineral que es usado en hornos industriales, el cual causa una mayor contaminación.
En otra arista de esta nueva producción encontramos a ValueSkies, la empresa utiliza residuos orgánicos para producir combustible sintético para diversos sectores productores a nivel mundial, el elemento es exportado en su gran mayoría y se calcula que más de 70 países ya utilizan el elemento o derivados de este.
La dificultad en el uso de esta innovación es que aún la falta regulación para el proceso de transformación energética. Esto se suma a los los altos costos en los desplazamientos, que aumentan las problemáticas para el acceso a los combustibles derivados de residuos.
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