“El Gobierno desconoce la realidad de nuestro sector”, dijo Camilo Liévano

Los joyeros quieren ayudar a garantizar que toda la cadena del negocio sea tan amigable con la Naturaleza como legal. Pero no les dejan. Los obstáculos que afrontan para hacerlo posible, incluido el fuerte contrabando procedente de Panamá, China y Taiwan, son otra indicación de que el Estado equivocó el camino. 

Camilo Liévano, presidente del Círculo Colombiano de Joyerías habló sobre este y otros temas como la inconveniencia de que ya no puedan comprarle oro al Banco de la República.

¿Qué pueden hacer ustedes para garantizar que el oro de sus joyas sea legal?
Lo mejor sería seguir lo que hemos vivido hasta 2013: comprarlo al Banco de la República. Eso nos va a dar pureza, certificado de origen, precio a paridad internacional y pago de regalías; en suma, confianza. Nosotros lo que hacemos es producir y elaborar joyas, no comercializar minerales.

¿Por qué el Banco ya no les vende oro?
Dicen que para ellos no es rentable, no es negocio. Yo lo vería como una cuestión de responsabilidad social.

¿A qué genio se le ocurrió eliminar esa venta de oro?
No sé, fue en 2013. Hemos tenido conversaciones con el doctor José Darío Uribe, le hemos dicho, por favor, véndanos oro. Pero insiste que no es el objeto social de ellos, no tienen por qué comprarlo y que no es rentable.

¿Por esa razón le tuvieron que comprar, por ejemplo, a Goldex que es una presunta lavandería?
Le compramos con todas las bendiciones del Banco de la República. En la factura de Goldex aparece procedencia, pago de regalías, certificado de origen y, para sorpresa nuestra, luego resultó detenido el empresario y confiscada la empresa.

¿Cuál sería la solución?
Se la venimos repitiendo a los ministros, al presidente Santos. Que le dé la facultad a alguna entidad y que haga lo del Banco de la República: comprar oro con buena procedencia y vendérnoslo a nosotros.

Ustedes representan una cantidad ínfima en el total del negocio del oro…
Entre 1% y 2% del negocio global. Lo que estamos pidiendo es que nos den 63,3 kilos mensuales de oro para el sector de la joyería.

¿Estarían a favor de un certificado Oro verde?
Por supuesto, ya existe, pero estamos hablando de cantidades insignificantes.

Colombia exporta entre 60 y 70 toneladas de oro ¿casi todo es ilegal?
En 2012 se exportó más de lo que se producía en Colombia, todo con certificado de origen. ¿Cómo es posible? Y el 98,7% de esa producción se destinó al mercado externo.  

¿Casi todo es oro producido ilegalmente, que daña el medio ambiente?
No tengo la autoridad para decir si es legal o no. Lo que puedo decir es que para mí hoy día conseguir un kilo de oro, con todos los requerimientos que nos daba el Banco de la República, es una obra titánica.

¿Hay mucha corrupción, demasiadas aguas turbulentas?
No sé. Lo único que le estamos pidiendo al gobierno el sector joyero es déjenos crecer, denos alas en vez de cortarlas.

Y, sin embargo, están sometidos a muchísimos controles, más que las minas. A nosotros nos controlan por todos lados. 
A la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf) le hacemos un reporte mensual de todo lo que compramos y vendemos así sea de 0,1 gramos, entre otros. Y ahora nos quieren imponer el Registro Único de Comercializadores de Minerales (Rucom).

¿Por qué rechazan el Rucom?
El gobierno desconoce la realidad de nuestro sector. No somos comercializadores de oro.

En comparación con otros países, su gremio es pequeño, un joyero dice que una sola provincia española tiene más joyerías que toda Colombia ¿se debe a que el segmento social que puede comprar joyas es raquítico?
Es cierto, es pequeño, más que todo se vende en Bogotá. Es limitante porque no hemos tenido los medios para volvernos más grandes.

Dice el Gobierno que la economía va tan bien, el país disparado, ¿así que imagino que habrán crecido?
No. Hemos tenido un decrecimiento. Nuestro negocio va con el patrón dólar porque las materias primas son importadas y el oro tiene valor del dólar a nivel mundial. 

Si ponemos el valor del dólar con nuestras ventas, hemos decrecido un 20% y un 40%. 

Pero con todo y eso queremos seguir creciendo, hacer patria, con el oro que producimos en Colombia y volvemos joyas con las mejores esmeraldas del mundo porque tienen color, brillo y tamaño, tres componentes que solo posee la esmeralda colombiana. 

Somos orgullosos de poder fabricar y ojalá pudiéramos poner todo el valor agregado en Colombia, tenemos los mejores orfebres, las esmeraldas y el oro. Y como que nos cierran los caminos en lugar de ayudarnos.