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Sectores que más han aprovechado el uso de casilleros esta modalidad son la joyería, la repostería, la tecnología y la confección
Los casilleros internacionales se han convertido en una alternativa para acceder a insumos, maquinaria y tecnología que no siempre están disponibles en el país para pequeñas y medianas empresas.
El modelo logístico, antes enfocado principalmente en consumidores individuales, se ha convertido en una herramienta para fortalecer la competitividad de los negocios locales.
Importar desde Estados Unidos, Europa o China permite a las pymes reducir costos, eliminar intermediarios y adquirir productos en pequeñas cantidades, lo que facilita la innovación y la diversificación de sus líneas de negocio.
De acuerdo con la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), en el primer trimestre de 2025 el comercio electrónico alcanzó $27,3 billones, con un ritmo de crecimiento interanual de 16,4%. Aunque la mayoría de las transacciones fueron realizadas por consumidores, cerca de 30% de las empresas que utilizan casilleros lo hacen con fines empresariales.
Los principales beneficios de este sistema para las pymes incluyen el acceso a tecnología y productos especializados, la rapidez en la reposición de insumos y la posibilidad de ahorrar al importar directamente.
En Medellín, por ejemplo, un emprendimiento de repostería duplicó su producción tras importar hornos compactos desde Miami, mientras que en Bogotá un joyero artesanal incrementó sus ventas en 35% al adquirir insumos desde Nueva York.
Los sectores que más han aprovechado esta modalidad son la joyería, la repostería, la tecnología y la confección, donde los casilleros facilitan la obtención de maquinaria de precisión, equipos automatizados o herramientas de personalización.
“Las pymes colombianas han encontrado en los casilleros internacionales un habilitador estratégico que les permite competir con estándares globales, mantener márgenes saludables y responder ágilmente a las demandas de un mercado cada vez más sofisticado”, señaló Augusto César Rojas, gerente de Courierbox
Este fenómeno está estrechamente ligado al crecimiento del comercio electrónico y a la digitalización empresarial. Con un valor promedio de compra de $207.000 y una alta participación de la categoría tecnológica, las pymes colombianas están incorporando los casilleros internacionales como un componente estratégico para competir en mercados más exigentes y responder con rapidez a las demandas del consumidor actual.
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