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La discusión sobre la nueva ley ya cuenta con la aprobación de la Cámara de Representantes y aún le falta su camino por el Senado. Tal como está, en el nuevo régimen se pagará un impuesto de $220 por grado de alcohol para todas las bebidas; un impuesto de 25% del valor final del producto y un IVA de 5% sobre el precio de venta.
La medida, en el caso de este segmento, afectaría a más de 30 sellos que se manejan en el mercado. Incluso, Euromonitor, que en su estudio midió el mercado total del vino (incluyendo blanco, tinto, espumante y aperitivos), advierte que el movimiento “sigue siendo una categoría muy fragmentada”.
Esto hace que, por ejemplo, Bodegas del Rhin domine las ventas, aunque no con un porcentaje muy alto. Su vino Casa del Rhin tiene 9,3% y le sigue muy de cerca el aperitivo Cariñoso, de Hijos de Antonio Barceló, con 7,2%.
El reporte de la firma internacional ubica en el tercer lugar al Libertador, de Vinos de la Corte, con 3,8% de las ventas. “El consumo de vino de los colombianos sigue siendo limitado a las celebraciones y reuniones con amigos o familiares. La cultura de simplemente disfrutar de una copa de vino en su casa no está muy extendida, lo que limita el crecimiento la categoría”, dijo el reporte.
A esta dificultad, el gremio le suma los resultados que tendría el proyecto de ley que lidera el Gobierno en el Congreso. Juan Martín González, fundador de Dislicores, aseguró que los nuevos impuestos afectarían el comportamiento que ha tenido el mercado.
Según las cuentas de González, el segmento ha generado 150 empresas y unos 10.000 empleos directos. Además, para Cristina Rueda, gerente comercial de Buen Vivir, el consumo de vino en los restaurantes puede llegar a representar entre 16% y 20% de sus ingresos.
Martha Patricia González, la directora de la Asociación Colombiana de Importadores de Licores y Vinos (Acodil), dijo que el proyecto “es muy preocupante porque recarga demasiado los impuestos actuales, lo cual es un problema altísimo”. La líder gremial añadió que a mayores tributos, no necesariamente va a haber un mayor recaudo.
Euromonitor destacó que los retails, para mejorar el movimiento, han empezado a introducir vinos de bajos precios y que cuestan cerca de $10.000. El objetivo, según la firma, va orientado a los hogares de clase media y baja.
Sin embargo, Luis Fernando Emmanuel, administrador de Bebidas del Grupo Éxito, destacó en un comunicado de prensa que la medida impactará los precios del producto.
“Los vinos más baratos se van a incrementar como mínimo en un 20% y en la gama media una botella de $45.000 podría quedar en $65.000”, dijo.
El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, liderado por María Claudia Lacouture, cuando especificó cuáles eran los mitos y realidades del proyecto de ley, reconoció que los importadores enfrentarán una mayor carga tributaria. En la información, resaltó que aquellos productos comprados en el exterior de alto valor asumirán impuestos “mucho más altos”.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ha destacado que los departamentos recibirán $300.000 millones de más. Los cálculos indican que las rentas de las regiones crecerán entre 20% y 24%, y podrán destinar $1,6 billones para salud, deporte y educación.
La opinión
Martha Patricia González
Directora de Acodil
“El de los vinos era un sector que no existía en Colombia hace unos años. No se notaba. Gracias a la estructura actual, llegaron a crecer más de lo que se importaba antes”.
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