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Con reforma tributaria, laboral y de salud en trámite, el Congreso tiene hasta el 20 de octubre para aprobar el PGN, de lo contrario se avalaría por decreto presidencial
El Gobierno le puso el acelerador a la ejecución de sus proyectos, y eso tiene en el Congreso tres reformas en curso, tributaria, laboral y la de salud. Al mismo tiempo se debate sobre el Presupuesto General de la Nación, PGN, para 2025.
Todos estos trámites se suman a los proyectos que cursan en la Rama Legislativa, y que generan retrasos en sus discusiones, a pesar de que en algunos casos, como el del PGN, se le debe dar el aval en casi un mes.
El Gobierno enfrenta varios retos en el Congreso, tal vez el que más lo perjudica es la falta de consenso. Por ejemplo, en el caso del PGN, ya se venció el plazo para aprobar el monto definitivo, que incluye el gasto total en funcionamiento, inversión y servicio de la deuda, por lo que quedó fijado en $523,7 billones, dejando muchas dudas, sobretodo por el eventual escenario de caer en una dictadura fiscal.
La falta de consenso sobre el Presupuesto solo tiene un precedente en la historia colombiana, aunque esa vez, a pesar de todas las “trabas”, terminó aprobándose el PGN, con veredicto de la Corte Constitucional.
“En el gobierno de Pastrana se presentó una situación parecida, llegó el 15 de septiembre, no aprobaron monto, pero el Congreso continuó con el trámite y hubo aprobación de Presupuesto y ese PGN fue demandado y lo ratificó la Corte, entonces no hubo inconvenientes”, dijo el presidente de la sesión de las económicas conjuntas, José Eliécer Salazar.
Al PGN le quedan dos caminos, por así decirlo, uno es el consenso. Si se sigue esa vía, según el calendario del ciclo presupuestal quedan tres fechas clave. Hay que destacar que el 15 de septiembre se venció el plazo para aprobar el monto. El siguiente momento importante es el 25 de septiembre, ese día las Comisiones Económicas deben aprobar, en primer debate, el proyecto de Presupuesto.
Luego, el primero de octubre, arranca el trámite en las plenarias del Senado y la Cámara de Representantes, y 20 días después el Congreso define si aprueba, o no, el PGN para 2025.
De lo contrario, el segundo camino se daría si no se logran los acuerdos, y no se avale la propuesta.Para algunos ese es el peor de los escenarios, ya que por ley, el presidente Gustavo Petro podrá aprobar el PGN por decreto, también denominado como dictadura fiscal.
“La dictadura fiscal según el artículo 348 de la Constitución Política dice que si el Congreso no expidiera el presupuesto el 20 de octubre, el Gobierno podrá expedir el presupuesto con base en lo presentado, y con todo el itinerario de lo que se haya aprobado hasta ese momento. Eso es lo único que podrá hacer el Presidente, por eso hasta ese momento no se podría conocer ni el monto de rentas o apropiaciones”, explicó Henry Amorocho, docente de hacienda, tributación y control fiscal, de la Universidad del Rosario.
Ese Presupuesto contempla el recaudo de la reforma tributaria, que adiciona nuevos impuestos, lo que en algunos sectores, genera incertidumbre, y se tendría que evaluar si jurídicamente es viable.
“Vía decreto, el Gobierno no puede imponer en modo alguno nuevos tributos, o aumentar los tributos vigentes. Y en caso de que desafiando la normativa lo hiciera así, pues sería una norma abiertamente irregular e inconstitucional”, explicó el presidente de la Corporación Excelencia en la Justicia, Hernando Herrera Mercado.
Según Agustín Echeverry Quintana, socio de Echeverry Abogados, la facultad de los impuestos es labor de la Rama Legislativa, por lo que en caso de configurarse la dictadura legislativa, no se podrían crear otros tributos vía decreto.
"Sólo el Congreso puede crear impuestos y de ninguna manera puede hacerlo la Rama Ejecutiva. Los recursos de los que no se disponga con los impuestos vigentes, no pueden incluirse en el PGN, porque serían impuestos que estarían por fuera de la ley", explicó Echeverry.
La reforma tributaria va de la mano con el Presupuesto, y aunque el Gobierno insiste en que solo es una ley de financiamiento, lo cierto es que esa iniciativa ha sido motivo para no tener consenso con el PGN.
“Si el Presupuesto se aprueba por decreto, el Estado deberá asegurar los recursos por otros mecanismos diferentes al proyecto de reforma tributaria. Dependiendo del caso podría ser un decreto de repetición y mantener el mismo Presupuesto del 2024. Cómo son proyectos de ley separados, si el PGN 2025 sale por decreto, la suerte de la reforma estará en manos del Congreso”, dijo la representante Katherine Miranda.
Además, el 17 de septiembre arranca el debate de la reforma laboral en la plenaria de la Cámara de Representantes, que le quitará espacio a la discusión del PGN, y que definirá cómo pasa el articulado al Senado.
El futuro de las Mipyme, las horas extras y nocturnas, las licencias, el capítulo sindical y la adición del artículo para los transportadores serán los temas clave de esa discusión.
El Ministerio de Salud presentó su segunda reforma, que según el titular de esa cartera, Guillermo Alfonso Jaramillo, va como ley ordinaria, y no se le hicieron grandes cambios al texto que anteriormente se presentó.
Pero, la presidente del Partido Conservador y de la Comisión VII de Senado, Nadia Blel, dice que es un proyecto sin concertación. “Si al Gobierno le interesa la salud debería atender los verdaderos problemas como el cálculo de la UPC, presupuestos máximos y el giro directo”, dijo Blel.
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