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¿Cómo le ha ido en este nuevo cargo?
Bien, han sido cinco intensos meses, obviamente con mucho trabajo, entendiendo una empresa muy importante para la ciudad pero muy compleja, especialmente entendiendo un poco qué nos dejó la administración anterior con una compañía importante como la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.
Una empresa como la de acueducto para Bogotá significa muchísimo dinero en efectivo, ¿se mueve mucha plata alrededor del acueducto, cuénteme un poco las cifras?
Sí, es una empresa que obviamente tiene un flujo de caja muy importante. Nosotros recibimos aproximadamente $1,1 billones en caja, pero nos hemos encontrado con una ingrata sorpresa y es que el nivel de inversiones que vamos a tener que hacer en los siguientes tres años y medio son inmensos porque no se hicieron las inversiones que debía tener una empresa de este nivel en los últimos años.
Por lo tanto vamos a tener que hacer un esfuerzo de apalancar la compañía con deuda importante para poder cumplir con los compromisos de inversión que el régimen tarifario nos exige, so pena de tener que devolver tarifa a los usuarios.
¿Es decir que si no hay inversión en la red de acueducto o alcantarillado la tarifa cambiaría?
Pasaría, si no cumplimos con nuestro compromiso con la Comisión de Regulación de hacer las cuatro inversiones que hemos propuesto en julio. Se trata de dar $1 billón en los siguientes cinco años, entonces obviamente la empresa sale castigada y tiene que devolver tarifa aproximadamente en 26%. No podemos permitir eso, luego tenemos que lograr obtener unos recursos seguramente a través de deuda a comienzos del próximo año para poder apalancar esas inversiones y así poder mantener la compañía a flote porque vamos a tener un déficit de unos $2,6 billones.
¿Cuáles son los proyectos en los que se va a invertir?
Son proyectos estratégicos, en últimas para ralentizar de Bogotá el abastecimiento de agua, es decir, el sistema abastecimiento mismo tiene una importante cuota de esa inversión, todo lo que hagamos con las plantas de tratamiento para darle más capacidad y optimizar esas plantas. También está el tema de renovación y rehabilitación de redes para ponernos al día. Son algunos barrios ilegales o que están en situación de marginalidad los que tenemos que poner al día y, en fin, poner a tono la empresa en términos de inversión que son cuantiosas y muy importantes para la ciudad y para los usuarios.
¿Cuál es la realidad de los empleados directos e indirectos en el acueducto?
Bueno, el costo de personal equivale más o menos a 40% de nuestros costos en la empresa, eso es muy alto; los costos y los gastos han venido subiendo en un porcentaje mayor al de los ingresos porque las tarifas son reguladas. Los ingresos suben de manera absolutamente precaria, digamos con inflación, mientras que los costos y gastos suben de la manera mucho más importante. Ese es el panorama laboral, junto con dos sindicatos que tenemos, encontramos la compañía con más o menos 2.000 trabajadores que la dejaron en 2012 y en 2015 las recibimos con cerca de 3.500 trabajadores.
¿Cómo es el tema de la contratación, es verdad que hay mucho contrato directo?
Es muy importante lo que acaba de preguntar. Nosotros encontramos una cultura de no hacer casi concursos ni licitaciones, mucha contratación directa. Por el contrario, en nuestros cuatro meses, hemos ejecutado un presupuesto de $920.000 millones, 95% de nuestros procesos de inversión, de contratación e inversión van por contratación pública y estamos recibiendo muchas propuestas y desde luego ganando confianza de muchos contratistas en volver a tener la Empresa de Acueducto como uno de sus clientes fundamentales.
¿Con los nuevos constructores cómo le ha ido con el tema de agua al acueducto que todo el tiempo tiene solicitudes de nuevas viviendas?
Bueno, hemos logrado también restablecer un poco la confianza de los grandes organizadores y constructores para que nuevamente construyan en la ciudad lo que es también una política integral del alcalde Enrique Peñalosa y obviamente el acueducto queda con una función primordial en eso y ahí le cuento una cosa importante: con el nuevo régimen tarifario, bajó en 28% la tarifa de agua en bloque, por situaciones tarifarias y el régimen tarifario, eso nos pone incluso en un reto aún mayor de hacer inversiones para poder tener más capacidad de suplir esa demanda de agua en bloque.
¿Cómo le va con el servicio al cliente?
El servicio de agua es un servicio más que esencial, la gente no deja cortar el agua fácilmente, hace un esfuerzo para pagarlo. Tenemos una factura que se paga bimensualmente, entonces digamos que nuestra cartera en ese sentido no es mala.
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